Hoy en día, la sociedad occidental ha perdido totalmente sus valores éticos y puntos de referencia, ya no solo en temas políticos, económicos o sociales, sino hasta en la definición de que es el género y sexo, es lo que nos venden constantemente y es lo que compramos como sociedad “avanzada” a la que pertenecemos.
Hace nada, hemos visto como han impuesto el miedo como forma de control social de masas y la inmensa mayoría de la sociedad ha aceptado sin ningún tipo de protesta, confinamientos ilegales, medidas sanitarias absurdas, etc.
El mayor logro que han conseguido y sobre lo que iban todas esas medidas, es ver que la mayoría de personas ni siquiera se plantee dudas acerca de la realidad que vive, no intenta investigar nada o plantear sus dudas acerca de los discursos oficiales, incluso gente que se denomina “despierta” en ciertos temas, vemos como les compran a los medios y “autoridades” otros discursos sin ninguna resistencia ni duda.
Lo han conseguido mediante el humo que “nos vendían” por otro lado distrayendonos de lo que realmente estaban haciendo.
Roles sociales o culturales de género
Arranquemos esta parte con lo de siempre, no es lo mismo el género que el sexo, aunque socialmente siempre han estado unidos en cualquier cultura y conforman los términos, hombre y mujer.
Pues bien, en relación a estos roles sociales o culturales de género, han conseguido que la gran mayoría social les haya aceptado y normalizado sus teorías, donde por supuesto se ha aceptado por la gente el tema de lo “trans” con cada uno de los discursos que nos han ido contando sin pararse a pensar realmente lo que nos quieren colar, ah que no, que yo soy disidente y no me lo trago por este motivo o este otro, tranquilo, lo vas a tragar por ley
Exactamente igual que en otros problemas sociales actuales como los casos de la inmigración ilegal, de los ricos y los pobres, del fascismo, el cambio climático y el mundo se acaba hasta llegar finalmente, a el “debate de soy hombre o mujer”.
Si, este es uno de los temas que no suele importar a nadie ya que hasta ahora tenías muy pocas probabilidades de que te afectara, tema que por supuesto suele ser objeto de burlas ya que el poder mediático ha conseguido imponer un mensaje absurdo que podría estar incluido en cualquier película de los hermanos Marx, en el que puede salir cualquier “persona” a decir “soy hombre” o “soy mujer” o “soy no binarie” y claro, la gente ve que son chorradas y actúa como tal.
Pongamos en contexto que las actuales letritas LGTBI, antiguamente incluían varias T para definir distintos grupos de personas que no tenían nada que ver unas con otras, ni en problemas, ni en intereses, ni en nada, así que juntaron todas esas T, muy lógico.
Proponen un discurso que ha incluido en su nueva definición “trans” a personas que no pintan nada ahí, sin ni siquiera preguntarles para incluirlas en ese grupo, que se ven expuestas a recibir los correspondientes insultos y frases sin sentido de gente que no se informa y se vale del; “te autopercibes, pues yo soy un avión”, “pues a mi no me pagan el dentista”, “pues al urólogo/ginecólogo vas a tener que ir”, “pues tienes tal o cual”, “tienes más nuez que”.
Si, ya se, “oh la ofendidita”, estas cosas son algo que a mi particularmente no me ofenden, realmente me resbala, mi vida es solo mía y en mis zapatos estoy yo, personalmente ni me van ni me vienen esos comentarios ni los considero “eresalgofobico”.
Me ofende, que se intenta ayudar y al final solo recibes palos de “fuego amigo”, por algo que ni siquiera es culpa tuya, así que la mejor salida que tiene esto, es apartarte de algo que es tóxico para ti y dedicar tu tiempo a otras cosas más productivas para ti, respeto a quien sea masoca, pero una no lo es.
Las personas con disforia, incongruencia (o como decidan los señores definirla próximamente), no estamos metidas en esa disputa o al menos las que no estamos en “esas sectas”, algunas intentamos explicar las cosas y parece ser que recibimos más interés a veces de gente que en teoría nos tendría que poner más en duda.
Quizás, aunque yo no esté de acuerdo completamente con sus planteamientos, discursos, libros o teorías, lo primero es escuchar y conocer para poder debatir eso, al menos estas personas demuestran o parecen tener cierto interés en aclarar temas y no en imponer ideologías ni en negar que estamos ante un problema.
Hay una parte de este debate en la que Errasti y Pérez (canal en youtube) donde exponen algo que la gente no se suele parar a pensar, “gente de 50 años que de repente se siente mujer y se viste de mujer, pero no acepta los roles típicos como limpiar los baños”, bueno quizás actualmente suene un poco sexista, pero tampoco vamos a negar que son ciertas tareas que se asocian a ese género femenino habitualmente, pues efectivamente, aquí algo no cuadra y me decantaría por fetichismo a una edad en la que todo te da igual, pero que cada cual que saque sus conclusiones en las 3 horas de entrevista.
Pregunta e infórmate
No voy a obviar que la gente se ha tragado el discurso queer que venden desde los medios de descomunicación, o los videos de algunos que salen como los nuevos “influencer”, algunos canales de redes sociales, la publicidad de nuestro gobierno y que es gente que se suele autocalificar como “despierta”.
Y si claro en otros grupos de personas, siempre escuchas el que no todo el mundo es así y el no me incluyas o el “eso no me representa”, pero las personas transexuales si se lo tienen que tragar.
No, no voy a buscar datos en este artículo y no intento convencer a nadie de nada ni de si existe tal cosa o no, cada cual que haga lo que le venga bien o le dé la gana, solo daré mi opinión y expondré la columna de otra persona que intenta explicar todo esto del género también.
Seguramente intentamos transmitir una idea que quizás no llegue como queremos. Pero si quieres entender de algo, tendrás que preguntar e informarte de varias fuentes y de gente que sabe.
Yo ya he dejado varios artículos, he recomendado a otra gente para informarse, he publicado datos e hilos de financiaciones, como nos manipulan con técnicas psicológicas y denuncias de experimentos con menores, que están ahí y ya veremos si llegan más, pero en fin, prosigamos de momento con este artículo.
Quizás tan solo sea un tema más de los que se pueda hablar y mucha gente lo considere como algo irrelevante o trivial, pero no es así para la gente que lo vive y es uno de los pilares en los que ciertas elites basan sus objetivos para el control que persiguen en concreto con la civilización occidental.
Sigamos con el tema de género sobre el que hablo en el artículo, y es que que aunque este concepto de género que conocemos hoy en día, realmente es relativamente moderno.
Un concepto nuevo de “género” con el que llevamos muchos años en los que hemos perdido el significado de lo que es ser macho (hombre) o hembra (mujer), generando la duda de lo que es la diferencia sexo y género, biología o roles sociales, etc, que indudablemente van de la mano culturalmente en nuestras sociedades.
La gran masa social
Pero aunque estos conceptos en nuestra vida cotidiana estén unidos, no son lo mismo ni son análogos, la izquierda más radical lo ha trabajado muy bien desde sus posiciones feministas y ahora con teorías más avanzadas, las modernas teorías Queer, ideologías que las feministas más radicales han ayudado a crear y que ahora ven como las devoran y se ven también excluidas.
La gran masa social les ha comprado el discurso de género que nos han vendido, con el que nos machacan día a día, con una ingente cantidad de dinero destinada a normalizar algo que por si solo, jamás se normalizaría en sociedades en teoría avanzadas.
Por supuesto que no hablo de que cada cual NO se vista o haga lo que considere, sino, de como nos van imponiendo unas ideas, que prácticamente ya hemos normalizado y son totalmente visibles para quien quiere verlas
Ciertos temas en la educación de los hijos que no les pertenecen y se atribuyen, o en decirnos quién compone actualmente “lo trans”, supongo que es que se quedan sin letras para un colectivo LGTB, donde la T no pinta nada ahí, al menos como la venden ellos.
Agenda 2030
Han evolucionado desde las posturas más clásicas del feminismo, hasta querer hacer desaparecer al concepto de mujer y en menor medida hombre, para formar su nueva ideología, incluyendo en esta grupo de “lo trans”, que no es nada más que añadir a este “grupo”, otro grupo de personas que nada tienen que ver con lo que siempre se había conocido con esa “definición de trans” y con ello llevar adelante parte de su ya conocida agenda 2030, destrucción de la familia.
Tan solo hay que ver, que cualquiera que no siga a rajatabla los roles sociales clásicos de hombre o mujer, entraría en su nueva definición de “persona trans”.
Por dar patadas a un balón no eres un hombre y porque te pintes las uñas no eres mujer, claro que según su concepto, si serías trans.
Evidentemente no les importa que un pequeño grupo de personas que si sufren problemas reales y verdaderos para su vida diaria, problemas que realmente no son que nos “dejen” ponernos una falda o entrar a un baño u otro.
Realmente a mi su grupo de “lo trans”, me importa tres narices. No me importa el narcisismo que expresan sus “grandes” y generalmente “viejas” valedoras, sus evidentes frustraciones vitales me son indiferentes.
El objetivo real
Lo que si me importa es hacia quien han dirigido estas campañas, niños y adolescentes a los que están convenciendo de adoptar soluciones que no son reales, “si tu quieres ser un niño/a es que lo eres”, ” invitándolos” posteriormente a tomar unas medidas y seguir unos tratamientos médicos que les van a marcar por el resto de sus vidas, criminalizando cualquier tipo de ayuda que se les pueda dar y que no permite ver realmente que es lo que pasa con esos niños y buscar soluciones menos radicales.
Evidentemente para mi la disforia de género, existe desde que naces y durante toda tu vida, que afecta a un número X de personas y que si esas personas se pudiera tratar tempranamente, quizás y solo quizás, se pudiera mejorar su calidad de vida futura al respecto de la vida social que quieran desarrollar acorde a quien son.
Tampoco voy a discutir sobre temas como el que provoca la disforia, para mi que la vivo, está claro que naces con ello, no es algo que aparezca por un trauma (que la puede disparar) o que aprendas con tu educación. Nace contigo y eso lo convierte en algo biológico, algo de lo que no interesa investigar las causas en profundidad, curioso.
También tengo muy claro que no existe una “autopercepción” de quien o que eres, y tampoco es un sentimiento, lo sabes y nadie te lo tiene que explicar, por mucha biología en contra que quieras meter para rebatir esto.
Al menos hoy en día no se puede demostrar ni en una dirección ni en otra más que con el testimonio de las personas que lo viven, no de quien dice que sabe lo que es o trata de imponer su visión del tema sin tener esa incongruencia.
Seguramente el hilo que intento hacer, resulte difícil de entender para gente que no vive los problemas que trae consigo la disforia de género (me da igual como se denomine actualmente, si está o no en el DSM)
La publicación
Pero acabemos de ver como sigue la historia del Dr.Money y su experimento social a través de la visión del autor del artículo, Santiago y quizás podamos sacar más conclusiones.
¿Qué es el género? Parte 2
Constructo social o biología (2 parte)
Continuemos con la historia de los gemelos Reimer…
Pues como decía en la publicación anterior, Money llevó a la práctica su teoría del género como constructo social pues era un caso perfecto: dos gemelos idénticos que serían criados de diferentes géneros, uno como hombre y otro como mujer.
¿qué podría salir mal? … Pues todo
Bruce, quien ahora era Brenda, al poco tiempo comenzó a sentirse incómodo en su nueva (y forzada) identidad. Se empeñaba en comportarse como hombre, se quitaba los vestidos, era mucho más activo e inquieto que las niñas de su edad, e incluso intentaba orinar de pie. A pesar de ello, los padres seguían las instrucciones del medico y continuaban feminizándolo e imponiéndole dichas conductas
Money evaluaba anualmente a Bruce convertido en Brenda, interrogándole furtivamente sobre como se sentía con su vida y con su cuerpo, además de aprovechar dichas sesiones para poner en práctica algunas de sus ideas sobre la formación de la identidad de género, sesiones que involucraban conversaciones sexualmente explicitas o el uso de material pornográfico. A pesar de que, era más que obvio que el experimento no estaba resultando como se esperaba, John Money exponía en artículos, libros, exposiciones y conferencias el caso John/Joan como todo un éxito.
Cuando Brenda cumplio los 14 años todo esto exploto. El menor supo la horrible verdad y comenzó su camino para rectificar lo sucedido. Cambió su nombre a David y se sometió a procesos hormonales y quirúrgicos para volver a su género masculino.
Eventualmente se casó y fue padrastro de tres hijos. Pero a pesar de lograr vivir como él había deseado, los daños psicológicos que se desarrollaron desde su infancia prevalecieron y a sus 30 años, sufrió una crisis de depresión. Perdió su trabajo y se separó de su esposa.
En 2002, su hermano Brian – quien preso de todo este experimento había caído en el consumo de drogas y había desarrollado una esquizofrenia – murió de sobredosis.
En 2004 se suicida el propio David/Bruce, y posteriormente lo hace su padre a causa de la culpabilidad por lo ocurrido.
¿Y qué pasó con Money?
Simplemente dejo de publicar estudios sobre el caso, sin dar a entender que el experimento había fracasado.
A pesar de que, en 1997, Milton Diamond – y gracias a la valentía de Bruce en contar su historia – informó que el caso de Reimer había sido todo un fracaso, en 2002 Money recibió la medalla Magnus Hirschfleld de la “Sociedad alemana para la investigación científico-social en sexualidad”, pues su estudio fue alabado en la época ya que suponía la demostración empírica de la determinación cultural en la sexualidad de los sujetos; y con ello una serie de teorías fueron gestándose en base a dicha mentira.
Para Money el comportamiento esta regido por la educación como hombre o mujer y no por el sexo biológico constatado al nacer…
En 2006, falleció pensando lo mismo.
La bioingeniera Selva Contardi, en un informe realizado sobre el caso, concluye que: “La presente investigación nos muestra la estrecha relación entre el sexo biológico y el autopercibido con el desarrollo de la identidad sexual. […] Este informe puede darnos una idea de lo que puede ocurrir con las reasignaciones de sexo, aún con las voluntarias, en la nueva ley de identidad de género (Argentina). Las consecuencias de la disociación entre el sexo biológico y el autopercibido o reasignado pueden ser irreparables, o al menos traerán graves consecuencias que no se pueden minimizar o relativizar”.
En palabras simples: No, el género no se puede disociar del sexo. Ambos están unidos y estrechamente relacionados.
De hecho, es justamente esta afirmación lo que hace que los activistas se confundan – al punto de parecer idiotas realmente – simplemente se nieguen a responder la pregunta básica: ¿Qué es una mujer? o ¿Qué es un hombre?
Hagan el ejercicio de preguntarle a cualquier persona que apoye todo esta burrada de la “autopercepción construida solo de forma social” y no sabrán como responder. Lo más probable es que saldrán con los dichos típicos como “no se que es ser mujer porque no nací mujer”, “ser mujer aquí no es lo mismo que ser mujer allá” o simplemente lo ignoren como hizo un conocido activista con la pregunta que alguna vez le realizó mi amigo Nael Condell… si, aún se escuchan los grillos, Franco; D
Por otro lado, esta confusión sobre el género y las diferencias sexuales humanas – confusión que existe principalmente en la izquierda- también se puede entender gracias a una pequeña explicación que da Agustín Laje con respecto a la semántica de las palabras. El escritor argentino postula que, actualmente, la ideología de género estira tanto las palabras – o conceptos, mejor dicho- que hace que pierdan su significado. Los deconstruye…. palabra muy usada hoy en día ¿no?
Por ejemplo: Si yo llamo trans a una persona transexual y a una persona transgénero, pero también a un travesti, un transformista, un drag queen, un no binario o a alguien con una simple incongruencia de género… entonces ¿Qué es ser trans? ¿Quiénes son trans? ¿Alguien que se dedique al transformismo tiene la misma vivencia de una persona transexual?
Así es, se crea una confusión con razón, pues si no puedo definir que es ser trans, todos quienes digan serlo, caerían, sin problema, en dicha etiqueta. Y por lógica, si un hombre que se dedica al arte del transformismo no necesita ayuda psicológica por una supuesta disforia de género, una persona transexual tampoco debería necesitarla. Entonces “vamos despatologizando porque aquí nadie tiene problemas mentales que deben ser tratados”.
Ahora, hagan el mismo ejercicio con la palabra mujer.
Si solo basta una autopercepción para definirse mujer, cualquier hombre con barba y peluca podría ser mujer. Si se habla de feminidad como un término paraguas que solo esta definido por lo social, entonces un hombre musculoso, barbón, sin terapia hormonal y que se saque los mocos como el Merluzo puede llegar a ser la viva imagen de la feminidad.
¿Dónde está el límite entonces?
Pues sí, el límite lo pone la biología.
Quizás a los trans nos cueste hablar desde la biología porque choca con nuestro trastorno. Es comprensible. Pero lamentablemente, no por repetir mil veces que eres mujer vas a hacerlo. Yo jamás podré decir que soy un hombre porque no nací hombre. Yo soy un hombre TRANSEXUAL y jamas me cansare de decirlo. No me considero mujer – a pesar de tener biología femenina – porque aquello me juega malas pasadas mentales con respecto a mi disforia, pero mi discurso tampoco se refiere a tratar a las personas según su sexo, sino que a volver a definir los conceptos. Por eso:
1 – Ser mujer es quien nace con biología femenina y se percibe como tal.
2 – Ser hombre transexual es quien nace con biología femenina pero por su disforia de género hace TRANSICIÓN para vivir en un rol masculino.
3 –Un hombre transexual es eso: un hombre transexual, no un hombre a secas, y eso no nos hace ni mejores ni peores que nadie.
Soy mujer, soy hombre
Aquí, queda claro que no por mucho repetir, soy mujer o soy hombre o que te lo impongan, lo vas a ser, este tipo de experimentos lo que nos dejan ver es que influyen tanto los factores biológicos (por mucho que se empeñen en que no), como los sociales.
Y por supuesto tengamos en cuenta que el tema del género se ha convertido en una cuestión de dinero, algo que ha pasado incluso por encima de los lobbys feministas y ha acabado imponiendo el lobby queer (LGTB) a base de talonario, la financiación del lobby queer, y que entra de lleno en los objetivos de la agenda 2030 (reducción poblacional y desaparición de la familia por ejemplo) e incluye como no, intereses de las farmacéuticas (tratamientos médicos crónicos de por vida y cirugías).YU
What is a woman
Hay un documental bastante controvertido como es, “What is a woman” de Matt Walsh, en el que analiza a ciertas personas que está intentando meter la ideología de género a calzador a toda la sociedad, personas que no saben definir ni que es un hombre, ni que es una mujer, enredan con las definiciones y finalmente no contestan.
No binaries
Se está destruyendo el concepto de identidad sexual, en pro de una identidad de género que no respeta ningún tipo de ley biológica, ni social, ni cultural, en el que se esta promoviendo el movimiento Queer, un circo lleno de payasos/as/es (no se ofendan) a ver quien dice la mayor tontería y consigo más controversia social.
Está de moda, ser no binario, es decir, se supone que es no pertenecer ni a un género ni a otro, estar como en un “nuevo limbo social” que permita desarrollar tu identidad sexual y roles sociales a la carta, cuando los humanos nunca han sido 1 y 0, la diversidad siempre ha existido de una u otra forma.
Volvemos a lo anterior de estos supuestos “no binarios”, es curioso que al contrario de lo que pasa actualmente con el cambio de género, en el que se ha pasado a una mayoría de cambios de chica a chico (no se podía saber), estos no binarios en su mayoría son generalmente hombres, y que en su gran mayoría se identifican como mujeres…antiguamente se les conocía como travestis pero supongo que debido al tono peyorativo que adquirió la palabra, y que hoy en día son trans.
Personas que afirman que no quieren ni necesitan ningún tratamiento médico para adecuar su aspecto, usan nombres femeninos, indumentarias femeninas, pronombres femeninos….que nos imponen su discurso y que la mayoría social se la ha admitido por el buenismo de no me vayan a llamar “algofobico”, ¿Eso es ser “no binario”?
Y es que realmente y como ha pasado siempre, se vuelve a dejar tiradas a las mismas personas de otras veces, que si quieren y necesitan cierta ayuda en algunos momentos de la vida, se la van a tener que buscar y pelear, en pro de lo que manda “el sistema” o las farmaceúticas, olvidando que la vida, lo que es la vida en si, no gira solo en torno a tu género, tu sexo o tu cuerpo… pero que si no lo tienes a punto, tampoco es vida.
Hay que asumir que no va a ser fácil seguir con el objetivo de ayudar a que algunas personas no tengan que sufrir las consecuencias posteriormente en su vida por tomar decisiones apresuradas.