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El gran problema de la ocupación

Llevamos un montón de años conociendo y padeciendo las oKupaciones organizadas de pisos y/o edificios enteros por parte de grupos de Extrema IZQUIERDA. Aunque no suframos en nuestro propio patrimonio esta circunstancia, la ilegalidad en la ocupación de lo público también redunda en la sociedad de la que todos formamos parte.

Necesidad real de una vivienda

No dudo de que algunas personas que defienden la ocupación (la K la dejamos más adelante para los “idealistas”) de espacios públicos o privados, lo hacen de forma bien intencionada, pues piensan en aquellos que no tienen dónde vivir, y al menos ahí pueden estar bajo techo (sobre todo en épocas de frío). Hay mucha necesidad y algunos de los infractores no tienen reparo en pintar el entorno, arreglar desperfectos, no ser molestos con los demás y vivir de una forma más o menos digna.

Otros motivos para okupar

Otra cosa totalmente distinta es la idea “idealista” del sitio okupado por el mero hecho de no pagar un alquiler y los gastos derivados de habitar en una vivienda, desafiar al sistema y a la propiedad privada, o como he oído en una surrealista entrevista televisiva :  “por echarse unas risas”. Ya de paso aprovechan para hacer falsa vida de nómada, a costa de un particular o de la propia Administración.

La izquierda y su estilo de vida alternativo

Siempre que se producen estas okupaciones  ILEGALES hay detrás grupos de izquierda antisistema, supuestas ONG’s ampliamente regadas con nuestros impuestos, o caraduras que no hacen otra cosa más que molestar a los vecinos con comportamientos incívicos (ruidos, alcohol, suciedad, “actividades sociales”, perros sueltos). No entiendo el porqué de algunas actitudes que sólo pretenden aprovecharse de unas paredes vacías en su propio beneficio, perjudicando a los vecinos con su deleznable comportamiento.

Varas de medir de las Administraciones con las okupaciones.

También me gustaría destacar el papel de algunas administraciones públicas alentando directamente la ocupación ilegal, ya sea aligerando la ley en su beneficio o apoyando de forma descarada al movimiento desde la propia Administración.

Recordemos que en el anterior mandato del Ayuntamiento de Madrid, varios de los concejales del entonces equipo de gobierno de Ahora Madrid habían estado de okupas. Muchos de ellos continúan en la actualidad realizando sus actividades en locales de “dudosa habitabilidad”.

Afortunadamente, el Alcalde Almeida está decidido a poner coto a estos desmanes y ya se ha producido el desalojo de varias dependencias municipales, que estaban sufriendo esa lamentable situación de ocupación ilegal.

No podemos dejar de mencionar la gestión caótica del Ayuntamiento de Barcelona, en la que la Alcaldesa Colau y su equipo están convirtiendo a esa ciudad en una suma de delincuencia, degradación y chabacanería.

Héctor Ayala Quintana.Técnico en Ciberseguridad.@hectordeayala

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