Refranero español

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Refrán: dicho agudo y sentencioso de uso común. ¿Quién no ha utilizado alguno en determinados momentos de su vida? Vamos a conocer un poco más sobre nuestro refranero español.

Seguro que más de una vez has utilizado alguna de las frases que te detallo a continuación, pero, ¿sabes cuál es su origen? ¿Tienes bien claro lo que significa cada una de ellas? Hoy, hablamos de refranes.

“A palabras necias, oídos sordos”

Se cree que el origen de este refrán viene a raíz de una conversación que Aristóteles tuvo con un hombre que hablaba demasiado. El hombre pidió disculpas a Aristóteles por tanta palabrería y éste le dijo, que no era necesario pedir perdón, puesto que prácticamente no había entendido nada.

Utilizamos esta frase para expresar que no hacemos caso a comentarios que entrañan mala intención o que son imprudentes ,hoy en día, éste refrán también se ha extendido a América Latina.

“Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita”

Tras el fallecimiento de Santa Rita, conocida como “la Santa de lo imposible” una mujer que no era muy agraciada en cuanto a belleza física, se encomendó a ella para que le consiguiera novio. Tal fue la sorpresa cuando apareció un joven que quiso ennoviarse con ella, pero esa relación no duró más allá de algunos meses. La mujer, enfadada, increpó a Santa Rita diciéndole: «Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita»

“Ojo por ojo, diente por diente”

Este refrán, que rebosa venganza por todos los costados, se remonta a la antigua Ley de Talión, que obedecía a infligir a una persona que había hecho un daño, el mismo daño que había hecho. Esta ley ha despertado muchas controversias a lo largo de la historia, el pacifista Mahatma Gandhi dijo: «ojo por ojo y el mundo acabará ciego» apelando al perdón y al no utilizar la violencia.

“Más vale tarde que nunca”

Este refrán deja claro que hay que hacer las cosas, aunque sea a destiempo, puesto que no hacerlas será peor decisión. El origen de esta frase se le atribuye al filósofo Diógenes de Sínope, quien la usó como respuesta a quién le criticó por querer aprender solfeo en la vejez.

“Quien se fue a Sevilla, perdió su silla”

Muy usado para cuando alguien se ausenta de un lugar y al volver ya otra persona ha ocupado su sitio. Su origen tiene lugar en un hecho histórico en el que tuvo lugar un “enfrentamiento” entre los arzobispos Alonso de Fonseca el Viejo (tío) y Alonso de Fonseca el Mozo (sobrino) quien solicitó al su tío ayuda para tomar posesión de la sede episcopal en Galicia, reino que se hallaba muy revuelto, quedándose el “de forma temporal” en Sevilla. Don Alonso tío, instauró la paz en las tierras gallegas, pero al llegar a la ciudad hispalense, su sobrino se negó a devolverle la silla arzobispal.

Una vez más, queda claro que la historia nos deja no sólo anécdotas, sino también aprendizaje, experiencias y ejemplos, a veces buenos y a veces no tanto pero “no hay mal que por bien no venga”

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