¿Qué es el género? (parte 1)

Qué es el género parte 1

Sigo con la serie de artículos de Transfachero, en este caso acerca del género (concepto social), donde nos intenta dar su visión de lo que es, como desde el primer “feminismo”, han ido destruyendo los conceptos biológicos del sexo y van imponiendo su idea de que ser hombre o mujer está construido socialmente, asi que intentemos descifrar realmente ¿Qué es el género?.

Pone como ejemplo un experimento, Dr.Money que se llevó a cabo en la década de los 60 que ya he tratado anteriormente en la web, podéis verlo aquí.

Básicamente tenemos que entender de mano, que sexo (biología: macho-hembra) y género (social: hombre-mujer) – habló de los conceptos literalmente – son cosas diferentes por mucho que hoy en día nos lo intenten vender como un pack completo

Si bien es cierto que para definir los conceptos actuales de hombre o mujer, si debemos tener ambos en cuenta con cada individuo y más teniendo en cuenta los valores sociales de la cultura donde cada persona se desarrolla.

¿Qué es el género? Parte 1

Constructo social o biología

¿Qué es una mujer?

Es la pregunta que planteó Matt Walsh en su reciente documental “What is a woman”, proyecto que ha sacudido a la sociedad por sus crudas entrevistas y por la forma magistral de exponer las incoherencias que actualmente parecen dominar a gran parte de los académicos humanistas y estudiosos del género. 

Pero antes de intentar responder a esta pregunta en concreto, quisiera abordar otra interrogante que parece estar siempre dando vueltas en el aire: ¿Qué es el género? ¿ Es un constructo social? ¿Es biológico? ¿Es una mezcla de ambos? … Veamos.

Según la Asociación Americana de Psicología (APA, 2011), la identidad sexual de una persona es la vivencia íntima de su ser que se componen de varios factores: el sexo biológico, la identidad de género, la orientación sexual y la expresión de género.

Por otro lado, los cuestionables Principios de Yogyakarta definen la identidad de género como “La vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo […] y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de hablar y los modales”

Basado en lo anterior -y a modo de entender lo planteado por los activistas- es necesario conocer sus definiciones con respecto a dichos conceptos.

¿Qué es el sexo?: Es una etiqueta que asigna un médico basado en los genes, hormonas y partes del cuerpo (genitales) con los que naces. Esta etiqueta se incluye en tu certificado de nacimiento y describe tu cuerpo como femenino o masculino.

¿Qué es el género?: Se refiere a la manera en que la sociedad cree que tenemos que vernos, pensar y actuar como mujeres y hombres. Cada cultura tiene sus creencias y reglas sobre cómo deben actuar las personas según su género. Por ejemplo, muchas culturas creen que los hombres deben ser más a agresivos que las mujeres y los alientan a serlo.

Podemos notar que existe un sesgo importante en las definiciones pues, primeramente, se habla de un sexo “asignado” como si el médico que participa en el parto eligiera al azar el sexo del bebé. Esto no es así: el sexo se constata, no se asigna.

Y, por otro lado, la definición de género omite deliberadamente temas tan importantes como la carga genética, la evolución de la especie o la participación hormonal en todo esto.  En cuestiones de género, una persona no llega al mundo como una tabula rasa y, por ejemplo, pensar que un hombre es más “agresivo” que una mujer por la cultura es simplemente excluir convenientemente la participación de la testosterona del humano.

Ahora, no me mal entiendan, no digo que los hombres son genéticamente agresivos gracias a la testosterona, sino que mi punto se relaciona con que es imposible separar el comportamiento humano con su biología. Si, hay temas culturales que moldean sociedades y efectivamente algunas alientan al hombre a ser más agresivo, pero también se debe reconocer la base biológica que habla de la energía y fuerza que entregan los niveles de testosterona y de como afecta en la psiquis del macho si esta no es liberada. De ahí que los hombres se interesen más por actividades relacionadas con gasto energético que, nuevamente, no es exclusividad de ellos per se, pero mucho más común por biología que por cultura.

De hecho, si nos remontamos a la época de las cavernas – cuando no había una “sociedad patriarcal que oprimiera nuestro género” – los hombres eran los que salían a cazar por la ventaja que la biología les daba las mujeres. Así de simple.

Voy a graficar el punto anterior con un ejemplo que quizás muchos encontrarán un tanto absurdo – pero en mi defensa los humanos también somos animales.

¿Qué sucede con los perros? Hay razas que se consideran más “agresivas” y otras que se consideran más “amistosas”. Pero esto no es más que una carga impuesta sin entender la genética del animal. Los pitbull, por ejemplo, no son más agresivos que los golden retriever porque existen estudios científicos confirman que no existen razas genéticamente agresivas, sino que hay un tema de mayor energía que muchas veces no se deja liberar. Lo mismo pasa con los hombres y la testosterona: no es que sean más agresivos que las mujeres, sino que sus hormonas lo hacen tener la necesidad de liberar más energía. Si, son mas brutos, pero no agresivos.

Pero que tiene que ver todo esto con la pregunta inicial sobre el género

¿Es prudente definirla solo como una construcción social dejando de lado la biología? ¿No sería más correcto hablar de una mezcla de ambos factores? ¿Por qué los estudiosos del género insisten con separar sexo de género?

Pues la respuesta es -y siempre será: el género no se puede desvincular de lo biológico y quiene buscan hacerlo es solamente por fines políticos e ideológicos.

Y para demostrar este punto tendré que hablarles del terrible y demencial experimento del psicólogo y doctor en sexología John Money y los gemelos Reimer. Experimento que irónicamente “validó” el concepto de género como constructo social.

Los gemelos Bruce y Brian reimer eran dos niños perfectamente normales que nacieron en Canadá, pero a los siete meses de nacidos ambos comenzaron a presentar dificultades para orinar. Les diagnosticaron fimosis, una enfermedad común en niños y por lo cual se les recomendó a los padres realizarles una circuncisión a ambas. El urólogo encargado de dicha operación trato de utilizar un método de cauterización con corriente eléctrica, pero algo salió mal; el equipo eléctrico fallo y el pene de Bruce quedo calcinado. Fue bajo la presión de este horrible accidente que los padres de los gemelos conocen a John Money, el único médico que les dio ilusiones para que el pequeño se convirtiera en una persona feliza, pero para esto Bruce debía de convertirse en una niña, puesto que siendo un hombre sin pene jamás podría alcanzar la plenitud.

Así fue como con solo 17 meses de edad Bruce fue castrado, le construyeron una vulva, le cambiaron el nombre a Brenda y le comenzaron a tratar como una niña, pues según el doctor era fundamental que la niña nunca descubriera que nació siendo niño, para que así lograr identificarse como mujer y el experimento resultara exitoso. Pero para que la transformación estuviese completa al entrar a la pubertad, el menor debía  someterse a una última operación para tener una vagina bien construida, además de tomar medicamentos hormonales para desarrollar características físicas de una mujer. En otras palabras, Money llevó a la práctica su teoría de que el género era un constructo social pues era un caso perfecto: dos gemelos idénticos que serían criados de diferentes géneros, uno como hombre y otro como mujer

¿Qué podría salir mal?

Vía instagram: @transfachero2

No se nace mujer: se llega a serlo

Era lo que decía una de las referentes del feminismo actual, pero lo que queda muy claro con este cruel experimento, es que tu identidad no se aprende con los constructos sociales existentes, sino, que de alguna manera viene predefinida por mucho que se empeñen hoy en día algunos psicólogos o “estudiosos” en indicar que no hay diferencias entre un cerebro de hombre o de mujer, si las hay, como en los de cualquier persona, funcionan diferente porque no son una máquina perfecta.

Y como se cita en el artículo, no solo son temas hormonales de más o menos testosterona, que tiene su función, pero es obvio que también están al menos las conexiones neuronales en el comportamiento de los seres humanos, o ¿todos somos grandes genios de la pintura? ¿zurdos o diestros?

Tu no aprendes a ser quien eres, aprendes a comportarte socialmente de determinadas maneras y a intentar ser aceptada por esa misma sociedad, independientemente de tu biología.

Te adaptas como un camaleón a lo que te a tocado vivir y te camuflas como puedes, no es un cuerpo equivocado, no es un error de la naturaleza, es así y te ha tocado convivir con ello y va más allá de que es el género.

Hoy en día, no puedes cambiar tu biología ni tus cromosomas mediante la medicina, ni tampoco hay mucho interés en saber que provoca la disforia, solo en hacer negocio con esto mediante ciertos productos farmaceúticos (ninguno específico para tratarla, son todos para patologías como el cáncer) y cirugías que te proporcionan un dudosa funcionalidad.

Nos están metiendo hasta en la sopa la idea del género, ¿Por qué? les interesa como dicen los progres, “deconstruir” sobre todo la sociedad occidental, una sociedad que nunca aceptaría ciertas imposiciones que nos van metiendo poco a poco, “no tendrás nada y serás felíz…”

Desvían nuestra atención a temas que afectan a muy poca gente, realmente a una minoría ínfima de la población (sobre el 0,01%), haciendo mucho ruido mientras nos vamos “comiendo” su verdadero objetivo y que va a tener consecuencias catastróficas en mucha gente, sobre todo adolescentes y niños en no mucho tiempo (ya está sucediendo en países como Suecia The trans train).

 Muy pronto la segunda parte sobre ¿Que es el género?

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