PEDRAZA Y SEGOVIA: Ruta por las 30 monedas de “HBO”

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Pedraza es una villa medieval amurallada con una belleza inigualable. Enclavado en un lugar icónico, fue de los primeros municipios en obtener el título de “Pueblos más bonitos de España”. Ahora su fama ha vuelto a devolverle en los destinos más visitados, gracias a la serie de HBO: 30 monedas, de Álex De la Iglesia.

Pedraza y 30 monedas de plata

La serie de Álex De la Iglesia ha sido un rotundo éxito, no sólo por su historia llena de demonios, curas y posesiones divinas. Sus protagonistas han cuajado claramente con el público, pero lo ha sido aún más el escenario donde se rodó toda la serie: la villa de Pedraza.

Interesados por la curiosidad nos disponemos a viajar hasta esta villa, que se encuentra a escasa 1 hora y media de Madrid. Durante el viaje decidimos utilizar la ruta por la A1 dirección Burgos para atravesar Somosierra, pero hay otras alternativas como el Puerto de Navacerrada o a través de Navafría, si gustáis de usar carreteras estrechas con curvas, barrancos y caídas en modo parque de atracciones.

La entrada por la puerta de la Villa.

Prácticamente verás la villa cuando estés a 1 kilómetro. Impresiona la vista al llegar con todas las casas, la muralla, la torre de la iglesia y la puerta enclavados en lo alto de una cima. Detalle importante el de entrar por la puerta de la Villa. Es estrecha, como lo son sus calles, así que os recomiendo revisar la anchura de vuestro vehículo. Para que os hagáis una idea, mi coche es un Peugeot 3008 del 2021 y entraba justo. En el caso de que dudéis, podéis aparcar a las afueras del pueblo. Una vez dentro con coche, podéis aparcar en el parking próximo al castillo que es gratuito. 

Vista a la llegada de Pedraza

Sus calles son estrechas, con casas medievales llenas de historia, con tiendas de artesanía y hornos de pan tradicionales con bollería de recetas típicas de la zona. Os recomiendo sus panes rústicos y sus dulces. La primera visita obligatoria es directa a la Plaza Mayor. Allí encontraremos la Iglesia de San Juan Bautista, pequeña pero de una belleza encomiable. En la misma Plaza Mayor descubriréis los bares y restaurantes de los soportales y podréis tomar un aperitivo o comer allí degustando unos menús deliciosos. También es importante visitar la cárcel de la Villa: Como su nombre indica es una prisión donde encerraban a los delincuentes y condenados de la época y que conservan para poder visitar. En aquellos tiempos ser un preso era un infierno. También debemos visitar el castillo de Pedraza. Este castillo actualmente pertenece a los herederos del pintor Zuloaga, pero se puede visitar de miércoles a domingo y es importante históricamente puesto que en ese castillo estuvieron viviendo retenidos los hijos del Rey Francisco I de Francia en el reinado de Carlos I. 
Abandonamos ya la villa rumbo a la capital segoviana para continuar con la ruta.

 Segovia

Alcázar de Segovia

Amparada por la Sierra de Guadarrama y con un legado histórico y arquitectónico inmenso, llegamos a una de las ciudades más visitadas de España. Cercano al alcázar está el parking explanada gratuito para los que vamos en coche. Desde allí nos alejamos, para volver posteriormente, mientras ascendemos por las escaleras de la muralla hacia el barrio de la judería. Nos recuerda a Toledo, y como tal, la calidad arquitectónica y belleza de sus callejuelas es imprescindible de ver. No divagamos mucho en alcanzar la plaza del Acueducto. Esta obra es considerada como una de las mejor conservadas del mundo y símbolo inequívoco de la ciudad. Curioso detalle el saber que lo que vemos, tan grande, no es si no una parte del acueducto, pues este inicia desde la sierra. Subimos por sus laterales en las escaleras, donde los selfies son obligatorios, rumbo a la Plaza mayor. Allí encontraremos muchos restaurantes donde degustar el cochinillo tradicional, la catedral y llegando mucho más abajo, la otra joya de la corona: el Alcázar de Segovia. Lugar donde reinaron por última vez los reyes católicos, pues Carlos su nieto trasladó la corte a Valladolid y Felipe II a Madrid. Imprescindible de ver por dentro, este castillo tiene grandes similitudes con el castillo de la bella durmiente de Disney. Los guías turísticos aseguran que Walt Disney, de origen español, visitó España y este lugar. Quedó tan enamorado de dicho palacio que se inspiró en él para la susodicha película. 

Desde las torres podremos observar, a lo lejos, una pequeña ermita templaria. Allí, en la lejanía, vigilando el alcázar tiene su propia historia y merece la pena bajar para visitarla y disfrutar de otras vistas panorámicas del palacio. 

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Acueducto de Segovia

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