Muchos creen que debe ser obligatoria y muchos otros que tiene que ser libre de elección. Algunos países como Francia la están haciendo obligatoria y miles de personas se manifiestan en contra del chantaje para pincharse.
Vacuna: Nada garantiza nada
Los estudios de los científicos no pueden aún confirmar que ponerla garantice la inmunidad, puede reforzar la resistencia ante la enfermedad, pero no garantiza que los efectos puedan aflorar. Tampoco nos aseguran que podamos seguir contagiando. Las farmacéuticas, las Comunidades Autónomas y los gobiernos no se hacen responsables de los posibles efectos negativos. Las mismas farmacéuticas saben que es experimental.
El código de Núremberg que se creo después de los experimentos genocidas del partido Nazi tras la segunda guerra mundial https://www.bioeticaweb.com/casdigo-de-nuremberg/ y al que todos los países occidentales se acogieron está siendo vulnerado, no solo con la experimentación de la vacuna en la población, sino también con el derecho de elección.
La conspiración
China creó y soltó el bicho para beneficio del globalismo, algo que EEUU ya confirmó. Una enfermedad que los países utilizan para imponer el nuevo orden mundial.
https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/coronavirus-la-virologa-china-que-deserto-a-eeuu-confirma-que-el-virus-se-origino-en-un-laboratorio-nid02072021/
Reducción de la población, domesticación del pueblo, pérdida de derechos y libertades, miedo a las relaciones sociales, enfrentamiento y división, chantaje para pincharse y la tan cuestionada infertilidad. Imposiciones que marcan la ruta de un futuro mundial bajo el yugo comunista.
Las teorías de la conspiración; el 25% de la población tiene que ser reducida, una cifra que asciende a más de 1.200 millones de personas. Todo financiado por multimillonarios a través del foro de Davos, la dictadura China y el club Bilderberg.
La pócima del bicho, contribuye a todo esto, también las políticas sociales que se están imponiendo a través de distintos colectivos que favorecen esta despoblación, Feministas y LGBTI.
Un siniestro plan urdido y financiado por casi todos los países al servicio de las élites globalistas.
Me la pongo o no
Mi reflexión ante los dudosos resultados, la tan endeble inmunización contra el bicho y las intenciones oscuras del globalismo, no me dan mucha seguridad.
El que elija ponerse el pinchazo es libre de hacerlo sin tener que ser censurado socialmente. Pero el que decida no hacerlo, debe ser respetado, ya que el mismo riesgo de transmisión o contagio se tiene en los dos casos, con o sin el pinchazo.
Negarse a inocularse después de pasar la enfermedad es tan o más efectivo que la propia pócima, a si que, a mi ver deben estar exentos de la misma.
Hay que pedir responsabilidades, no al que no se inocula, sino a quienes nos han llevado a esta situación apocalíptica y genocida.
Madame In Spain.
Humilde opinión de un ciudadano.