La tragedia del mundo actual, contemplando cómo se diluyen las democracias, incluso las más antiguas, en manos de una minoría, pero aplastantemente impositiva, totalitaria y antidemocrática, es extremadamente preocupante.
En tan sólo unos pocos años, la inmigración silenciosa, ilegal, controlada y planificada por los mismos que quieren acabar con los fundamentos liberales de las democracias, está destruyendo los principios fundacionales de muchos de esos países. Como si de un veneno se tratara, se va infiltrando en las rendijas de esas democracias, como se infiltra ese veneno en las arterias de las naciones, corrompiéndolas y dejándolas a merced de sus invasores, apoyados por los gobiernos globalistas o marxistas, como en España. Ese veneno, esa inmigración descontrolada e ilegal; avalancha a avalancha, mes tras mes y año tras año, va consolidando esa invasión, a veces no tan silenciosa y muchas veces extremadamente violenta.
Pero más pronto que tarde, tendremos que afrontar las consecuencias de tanta permisividad, de tanto buenismo, de tanta alianza de civilizaciones, de tanta desfachatez y de tanto globalismo. Como, por ejemplo, Inglaterra, donde muchas ciudades importantes ya están en manos de alcaldes musulmanes:
Londres, Birmingham, Leeds, Blackburn, Sheffield, Oxford, Lawton, Oldham, o Rokdal. Donde las ayudas públicas a familias musulmanas son determinantes para tenerlos a disposición para lo que ha de venir. Les inyectan dinero público para cuando un día se les necesite, se pueda contar con su lealtad incondicional. En muchas de esas ciudades existen mezquitas incontroladas, con Imanes radicalizados donde se imparte el yihadismo y captan a sus adeptos para atentar contra occidente, bien sea en España, en Francia, en Inglaterra o en cualquier lugar.
En tan sólo unos pocos años, la inmigración silenciosa, ilegal, controlada y planificada por los mismos que quieren acabar con los fundamentos liberales de las democracias, está destruyendo los principios fundacionales de muchos de esos países. Como si de un veneno se tratara, se va infiltrando en las rendijas de esas democracias, como se infiltra ese veneno en las arterias de las naciones, corrompiéndolas y dejándolas a merced de sus invasores, apoyados por los gobiernos globalistas o marxistas, como en España. Ese veneno, esa inmigración descontrolada e ilegal; avalancha a avalancha, mes tras mes y año tras año, va consolidando esa invasión, a veces no tan silenciosa y muchas veces extremadamente violenta.
Pero más pronto que tarde, tendremos que afrontar las consecuencias de tanta permisividad, de tanto buenismo, de tanta alianza de civilizaciones, de tanta desfachatez y de tanto globalismo. Como, por ejemplo, Inglaterra, donde muchas ciudades importantes ya están en manos de alcaldes musulmanes:
Londres, Birmingham, Leeds, Blackburn, Sheffield, Oxford, Lawton, Oldham, o Rokdal. Donde las ayudas públicas a familias musulmanas son determinantes para tenerlos a disposición para lo que ha de venir. Les inyectan dinero público para cuando un día se les necesite, se pueda contar con su lealtad incondicional. En muchas de esas ciudades existen mezquitas incontroladas, con Imanes radicalizados donde se imparte el yihadismo y captan a sus adeptos para atentar contra occidente, bien sea en España, en Francia, en Inglaterra o en cualquier lugar.
Esto publicaba Voz Populi en julio de 2020:
«Las autoridades españolas expulsaron en 2019 de territorio nacional a cuatro imanes que lanzaban proclamas radicales y trataban de captar adeptos desde las mezquitas en las que predicaban, ubicadas en Ceuta, Valencia, San Agustín (Almería) y Navalmoral de la Mata (Cáceres). Un quinto individuo, un predicador de Beniaján (Murcia), se fugó con su familia antes de que se tramitase su deportación«
Desde entonces hasta día de hoy, se ha triplicado, pero con la diferencia que a este gobierno le interesa muy poco la lucha antiterrorista yihadista y salafista. No por culpa de los C.F.S.E., sino por las instrucciones políticas de no dejar actuar a las brigadas antiterroristas que siempre mantuvieron a raya a toda esta gentuza. Pero para este gobierno no debe ser una prioridad y ha adormecido y enterrado todos estos asuntos. ¿Dónde está la UDYCO, la UDEF, el CNCA o el CITCO? (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado y el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista)
¿Cuánto tiempo hace que no se detiene a ningún concejal, alcalde, o político implicados en algún caso de corrupción, cuando todos los días hay publicaciones en prensa sobre posibles casos de corrupción de los partidos en el gobierno? Les contesto; desde que este gobierno desactivó a las brigadas, apartando a la anterior cúpula de mando de los C.F.S.E., por los “suyos”
En Francia
En Francia, si cabe, es aún más grave, pues es ya la tercera generación de musulmanes y jamás ha estado Francia tan desunida, desquiciada y en rebeldía institucional como ahora, donde muchos de los miles de estos musulmanes están ya en desobediencia abierta y frontal con la todopoderosa república francesa. La verdad es que, en Francia, muchos de estos musulmanes, jamás se integraron, sino que siguieron siendo leales a sus países de origen, la mayoría argelinos, marroquíes y subsaharianos muy poco leales a los países de acogida. Pero sí mantienen un lazo de unión muy fuerte con sus países de origen, con sus familias, con sus costumbres, cultura etc. De hecho, muchos de ellos, siguen imbuidos del radicalismo islamista que «mamaron» desde pequeños y que les adoctrinaron en la «guerra santa» del islam: la yihad. Interpretación sesgada, radical y violenta de unos textos que dan lugar a interpretaciones o errores de comprensión. Al igual que en los textos de la biblia, si uno sigue la interpretación al pie de la letra, estaríamos en constantes conflictos en occidente. Sin embargo, hace siglos que el catolicismo y la iglesia católica supo interpretar, explicar y dar a conocer al mundo los textos sagrados, poniendo de manifiesto la paz, la concordia, la fe, el amor de Jesucristo y su sacrificio por el bien de esa humanidad. A parte, el catolicismo trajo la luz, la civilización, las humanidades, la cultura, la ciencia, la música, los libros, la escritura, la palabra, y ante todo y a través de ella, la libertad del hombre para que este supiera y conociera toda la sabiduría a través del libre albedrío.
Aunque también, como toda institución, también se corrompió en parte, sobre todo en su cúspide, pues somos humanos y la carne es débil y el poder corrompe. Lo estamos viendo en estos tiempos, cuyo Papa es un ser despreciable, donde pareciese haber salido de las ergástulas del mismo infierno. Un Papa que se posiciona al lado del mal, de los países con regímenes comunistas que someten a sus pueblos al hambre, a la falta de derechos humanos, a la miseria y persecución más deleznable. O en España, una conferencia episcopal que se ha situado al lado de este gobierno criminal que está cambiando el régimen con leyes habilitantes que sustituyen la Carta Magna. O los obispos de Cataluña, alineados con el mal, con el delito, con los secesionistas, donde no les tiembla el pulso al defender la violencia en las calles, a costa del martirio de unos inocentes oprimidos por el yugo secesionista al considerarlos ni más ni menos que españoles. ¡Qué honor más inmenso! Pero a pesar de ello, el catolicismo está en las antípodas del islam. Nada que ver con la interpretación que hacen los islamistas del Corán.
En Bélgica
Pero es que, si vamos más lejos, en lo que yo denominó estado fallido de Bélgica, donde existe una amalgama de conflictos, tanto lingüísticos, culturales, jurídicos, e incluso, emocionales, etc. Los problemas que Bélgica arrastra desde la Edad de Hierro amenazan su existencia. Pero las diferencias entre las regiones flamenca y francófona de esta nación se han ido afianzando y muchos belgas temen que su país finalmente se desintegre. Ahora acentuado por una tercera vía, la musulmana, que ante todo se rige por órdenes e instrucciones externas: los yihadistas y organizaciones vinculadas a éstos.
Por ejemplo, en el Barrio de Molenbeek: es un barrio «que las autoridades no controlan» según ha declarado alguna autoridad en «petit comité». Pero como es políticamente incorrecto, viendo los «vientos» que corren por todo el mundo, donde no se puede hablar ni decir nada sobre la inmigración porque de inmediato te tildan de xenófobo, prefieren callarse y aceptar sin discutir cualquier tema acerca de estas cuestiones.
En Suecia
Malmö: este barrio se encuentra en Suecia, es la tercera ciudad, al sur del país, de unos 300.000 habitantes y con una alta presencia de inmigrantes musulmanes de origen libanés, bosnio, iraquí y kosovar. De este barrio es precisamente originario Jalid al-Yousef, un musulmán nacionalizado sueco de 43 años al que se acusa de financiar a movimientos terroristas como Hamás y las “Brigadas de los Mártires de al-Aqsa”, y de reclutar jóvenes decididos a inmolarse en atentados suicidas. Pero a su vez, también está ocurriendo en otras naciones, como en Alemania, Italia, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Noruega etc.
En España también tenemos lo nuestro
Barrio de El Príncipe: es un enorme arrabal construido en unas lomas cercanas a la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos. Ese hormiguero de callejuelas sin salida, túneles subterráneos y chabolas es el lugar más conflictivo de la ciudad española con mayor índice de delincuencia. Donde su población, el 99% musulmana hacen su propia ley, donde la policía no entra, salvo en algún caso extremo. Además, este barrio exporta yihadistas a la península u otros lugares interconectados del yihadismo en Europa.
Por no hablar de los movimientos migratorios que recalan en Cataluña porque son sabedores que el independentismo es un aliado potente y con recursos económicos, pues España sigue financiando la secesión de esta región de España con dineros de todos los españoles. No hace mucho tiempo, un informe de EEUU, vinculado al F. B. I. ponía de manifiesto que Cataluña, albergaba la colonia pakistaní más numerosa del mundo, con un índice de radicalidad extremo y muy elevado. ¿Creen que las autoridades de Cataluña secesionistas se inmutaron? No, ni pestañearon. Sencillamente lo obviaron y continuaron con el procés. Pero el peligro está en el aire, de hecho, los atentados de las Ramblas dejaron muchas sombras de sospecha.
¿Por qué la policía no tomó medidas sabiendo que había habido una alerta de que se iba a producir un atentado en esa comunidad?
¿Por qué la policía no intentó dejar a algún autor vivo para poder interrogarle y tener más claro qué pasó?
¿Por qué a pesar de haberse producido la explosión la noche anterior a los atentados, en la casa de Alcanar, no se tomaron medidas, ni saltaron las alarmas antiterroristas en los Mozos?
Muchas incógnitas, muchas preguntas sin resolver, muchas incongruencias, mentiras y falsedades.
¿improvisación o intención?
¿Sabían los Mozos algo de lo que estaba a punto de ocurrir, de ser así, que escondían, que tapaban, a quién encubrían, por qué, cuál fue la razón del atentado?
Estas y otras preguntas suscitan el interés de muchos, pero como el 11M, tendremos que esperar algún tiempo para saber la verdad y toda la verdad.
La evidencia de una traición
Pero, además, en estos momentos, España está gobernada por criminales, casi de igual o peor calaña que los que estamos denunciando en estos barrios de Europa donde no rigen las leyes occidentales sino la sharía más incruenta y criminal. Pues nuestro gobierno, simpatiza con todas estas causas, siendo el felpudo o la puerta de atrás de Marruecos, donde el Rey sátrapa de Mohamed VI, le tiene cogido por los mismísimos a los gobiernos de España, desde ZP, pasando por Rajoy y ahora a Sanchez, por haber participado, presuntamente, en los atentados del 11M.
Observamos también el desmantelamiento de cementerios e instalaciones militares en lugares neurálgicos de soberanía española, primer síntoma de cesión de territorio a Marruecos. O el primer paso para ceder, finalmente, Ceuta, Melilla, Perejil etc.
Mientras, en España se prohíben los símbolos religiosos católicos, como los crucifijos en las escuelas, en los centros educativos, o en los centros oficiales. Se relega al ostracismo a la religión católica, o directamente se elimina de cualquier sistema educativo y en los libros de texto. Se marginan las fiestas populares católicas o todas aquellas que tienen relación con la fiesta nacional, los toros, o las fiestas culturales arraigas desde tiempos inmemoriales. Se tergiversa o manipula la historia, se “entierra” de forma inmisericorde a nuestros héroes conquistadores, militares, descubridores, religiosos, monjas, curas, etc. hasta el punto de llevarlo a una ley: la ley de memoria “democrática”.
Esta ley es la que determinará a quien podemos recordar o a quien no, según el criterio totalitario de este gobierno. Es decir, todo lo que a ellos les molesta porque les recuerda a España lo eliminan. Sin embargo, se defiende todo lo relativo a la religión del “amor”: el islam. Religión que está invadiendo los espacios culturales, religiosos, sociales, incluso de ocio, sustituyéndolos por una doctrina islamista que no entendemos y que es incompatible con la democracia y con la libertad que en occidente conquistamos hace mucho tiempo. Hasta el punto que, en muchas de nuestras ciudades los imanes rezan, o, mejor dicho, vociferan el rezo fuera de sus mezquitas que, proliferan por doquier con imanes radicalizados captando seguidores para hacer la yihad aquí o donde fuere, para acabar con todos los infieles. Es decir, todos los que no tengamos el islam como religión.
Europa, y sobre todo España, está viviendo una islamización a pasos agigantados. Es como cuando en la naturaleza introduces una especie, ésta siempre se adapta mejor y acaba con las especies autóctonas, mermándolas o extinguiendo a parte de ellas. Tenemos muchos ejemplos en esa naturaleza. Pues con el islam pasa lo mismo, allí donde logra imponerse y dominar, incluso barrios enteros, muere la civilización, desplazando la libertad y los derechos humanos por el islamismo, imponiendo su cultura y sus costumbres más arraigadas y más arcaicas, que pareciese retroceder a la edad media, con una sociedad patriarcal (esta si es patriarcal y no la sociedad española) machista, violenta que discrimina a las mujeres, las trata como a animales, como esclavas para parir, sin derechos, sin dignidad, sin honor ni tan siquiera su rostro, que obligan a tapar con el burka, o el velo.
Y digan lo que digan ellas, están sometidas al hombre de forma aberrante y repugnante para un ser humano. No digamos con minorías como los gays, que directamente hay países islámicos donde los ahorcan públicamente en grúas para escarnio de todos aquellos que tienen una sexualidad diferente.
Esto es lo que este gobierno está permitiendo con una inmigración descontrolada, en muchos casos violenta, pues entran en nuestro país de forma violenta, agrediendo a nuestras Policías.
De no controlar ahora esa inmigración, España, a la vuelta de muy poco tiempo tendrá problemas de convivencia que originará una inseguridad insoportable para el devenir de nuestra nación y para el futuro de España.