La columna negra del comunismo. Las cifras escalofriantes de muertes

columna negra del comunismo

Desde el principio de los tiempos, la humanidad se ha debatido entre el bien y el mal. Las fuerzas del mal se han representado siempre en toda la historiografía como el diablo salido de alguna ergástula del infierno y tentando a los hombres de buena voluntad en la tierra. Hay muchas formas de representar esta alegoría, solo hay que repasar un poco la historia para adentrarnos en ese infierno en la tierra, por ejemplo, el infierno del comunismo, el infierno de Lenin:

Vladímir Lenin

Las cifras de víctimas del leninismo, desde noviembre de 1917, cuando comenzó la revolución de octubre, a enero 1924

Más de un millón de personas asesinadas por motivos políticos o religiosos

Entre 300.000 y 500.000 cosacos asesinados.

Cientos de miles de trabajadores y campesinos asesinados por hacer huelgas.

240.000 muertos en la represión de la rebelión de Tambov.

Más de 50.000 prisioneros de guerra blancos ejecutados.

Entre 3,9 millones y 7,75 millones de muertos por hambrunas entre rusos, kazajos y tártaros.

Joseph Stalin

Pero ese infierno no se diluyó cuando alcanzó el poder Joseph Stalin, todo lo contrario, en su «Gran Purga» del terror. Stalin no inventó nada en cuanto a represión, simplemente continuó con la obra bolchevique allí donde la dejó Vladímir Lenin. Fue entre 1922 y 1952 cuando desplegó toda su represión. Al asumir el poder, sofocó gradualmente a todos los disidentes políticos de su gobierno, incluyendo a León Trotski. A partir de 1930 se desencadenó la llamada Gran Purga o Gran terror de Stalin, una serie de acciones de represión y persecución con millones de víctimas ejecutadas por delitos políticos y penales; muertos en gulags y en reasentamientos forzosos.

En total, se le atribuyen aproximadamente 23 millones de personas asesinadas

El infierno de Adolf Hitler

Los campos de concentración fueron la herramienta de tortura y de terror de la política nazi entre 1933 y 1945. Se crearon más de 40,000 campos que ocuparon el extenso conjunto de prisiones a lo largo de toda la Europa ocupada. Hitler mató a seis millones de judíos en el Holocausto y a 11 millones de personas en total. Pero si se le atribuyen los más de 50 millones de muertos de la Segunda Guerra Mundial, como consecuencia de su locura genocida y psicopática de invadir a países de su entorno, la cuenta ascendería a 75 millones.

Estas son las cifras de todo ese infierno del régimen más criminal de la tierra, el comunismo, unido al nazismo de Hitler, que realmente fue también un socialismo: el nacionalsocialismo. Comúnmente llamado nazismo, fue la ideología del régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Adolf Hitler, el Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei (NSDAP).

Ambos regímenes se fundamentaban en un partido único, tutelado por un «caudillo«. El comunismo por el P.C.U.S. (fundado en 1923, al año de crearse la URSS). Detrás del partido único está siempre la figura todopoderosa de Hitler o de Stalin encarnando el principio de autoridad o caudillismo (Führerprincip). El partido es lo que piensa el líder, los demás no tienen ese derecho, ni pueden, ni deben, pues si lo hacen serán eliminados. Muchos desconocen que Stalin y Hitler tuvieron una asociación de intereses, donde se repartían países a la carta, aparte de tener muchas coincidencias en sus atroces políticas de exterminio y muerte. Dicha asociación duraría hasta el comienzo de la 2ª guerra mundial.

Los otros regímenes comunistas

Para no alargar esta columna, mencionaré solo algunos de los nombres de los asesinos comunistas más execrables, a parte de los ya expuestos: Mao Zedong, Pol Pot, Kim Il Sung, Mengistu Haile Mariam, fueron otros infiernos de muerte y persecución. Por supuesto, en estas cifras no se recogen las victimas que a día de hoy se siguen produciendo en aquellos países con regímenes comunistas, pues es muy difícil saber lo que ocurre en los innumerables campos de concentración y de trabajos forzados en China, o en Corea del Norte. Sabemos muy poco o casi nada de lo que está pasando en Venezuela, en Nicaragua, o en Cuba, pero apenas atisbamos a imaginar lo que realmente ocurre en esos países, donde el terror comunista silencia y aplasta cualquier información y, sobre todo, sabemos que no se respetan los derechos humanos más elementales.

Las cifras escalofriantes de muertes por el comunismo

China: 82 millones de muertos

URSS: más de 21 millones de muertos

Corea del Norte: 4,6 millones de muertos

Vietnam: 3,8 millones de muertos

Camboya: 2,4 millones de muertos

Afganistán: 1,5 millones de muertos

Yugoslavia: 1.172.000 muertos

Alemania: 815.000 muertos

Mozambique: 729.000 muertos

Etiopía: 725.000 muertos

Rumanía: 435.000 muertos

Checoslovaquia: 262.082 muertos

Venezuela: más de 252.000 muertos

Polonia: más de 235.000 muertos

Hungría: 210.000 muertos

Angola: 125.000 muertos

Colombia: 105.419 muertos

Albania: 100.000 muertos

Rhodesia / Zimbabue: más de 50.000 muertos

Laos: 45.000 muertos

Bulgaria: 31.150 muertos

Cuba: 73.000 muertos

Perú: 37.840 muertos

Mongolia: 35.000 muertos

Filipinas: 22.799 muertos

Grecia: 15.401 muertos

Nicaragua: 5.000 muertos

España: al menos 4.176 muertos

Argentina: 1.501 muertos

Yemen del Sur: 1.000 muertos

Israel: 83 muertos

Uruguay: 66 muertos

Alemania Occidental y Berlín Occidental: 35 muertos

Estados Unidos: 10 muertos

TOTAL: Más de 120 millones de muertos

https://www.outono.net/elentir/2017/12/17/los-mas-de-100-millones-de-muertos-que-causo-el-comunismo-divididos-por-paises/

Que extrae estas cifras del “Libro Negro del Comunismo”, una de las mejores obras escritas por profesores universitarios e investigadores europeos y editado por Stéphane Courtois, director de investigaciones del Centro Nacional para la Investigación Científica, organización pública de investigación de Francia.

El cristianismo, el origen de la civilización

El cristianismo representa la bondad, el amor, la fe y la esperanza de los pueblos libres, en definitiva, representa la civilización. Podríamos decir que el cristianismo representa al bien, el progreso y la libertad de los seres humanos. Donde existe una democracia, por regla general, suele ser un país católico. No conozco democracias plenas en los países árabes, tan solo y con mucha timidez, Túnez, que intentan mantenerse en esa delicada democracia. Por supuesto, en los países comunistas los cristianos están postergados, perseguidos o encarcelados. Por el contrario, el cristianismo en tiempos modernos, siempre ha defendido los derechos humanos, las democracias, estados de derecho y la libertad. Fíjense que siempre hablo del cristianismo y no de la iglesia católica como institución jerárquica, pues hablar hoy día de ella, con un Papa peronista y montonero me supone una absoluta repugnancia, pues ha caído en lo que se supone siempre ha perseguido: el mal.

Yo me refiero siempre al cristianismo como: “conjunto de creencias y preceptos que constituyen la religión de Cristo”.

El comunismo, el fin de la civilización

Por el contrario, el comunismo, definitivamente, es el mal en la tierra. Representa al odio, la negritud del alma, o la peor representación de los seres humanos; la esclavitud, el hambre, la miseria y la muerte. No en vano, las acciones de este régimen de maldad están encaminadas a provocar la muerte, directa o indirectamente, como lo son el aborto, la eutanasia, la pena capital y las acciones que provocan el abandono a los más débiles a morir a su destino; las hambrunas que siempre ha provocado, o las mil formas de matar a sus semejantes, que no tienen reparos en esclavizar, torturar y dominar bajo el yugo repugnante del marxismo.

En definitiva, son maestros de la exterminación de la raza humana. A parte, en sus políticas se defiende el delito abiertamente, como la inmigración masiva sin control, la pederastia, el abuso y violación de niñas, el tráfico de drogas de los carteles internacionales y todas aquellas acciones violentas y fuera de la ley. No solo defienden estas políticas, sino que las auspician y promueven como vemos con el cartel de los Soles en Venezuela, en Cuba, o a las FARC en Colombia y los miles de niñas secuestradas por esta nauseabunda banda de narcotraficantes comunistas, que las usan como objetos sexuales para sus criminales miembros. En España tenemos casos concretos de abusos a niños, violaciones y otros delitos sexuales, como en Baleares, la Comunidad Valenciana y Madrid. O carteles de Sinaloa, Juárez, el Cártel del Golfo, o los Zetas en México, o los incipientes movimientos para convertir a España, en un narco estado, con compañías aeronáuticas con un solo avión, o el trajín de maletas en el aeropuerto de Barajas de Delcy Rodríguez y Ábalos, o los movimientos “diplomáticos” de ZP con todos esos carteles en aquellas narco-dictaduras comunistas de Latinoamérica, que se ha convertido en el producto interior bruto de esos países.

EL comunismo, el “regresismo” del mundo

Salman Rushdie, el autor de “Los versos satánicos” profundo observador de la sociedad actual, afirma que hay una izquierda “regresista” que se ha convertido en algo nefasto para la sociedad. La verdad es que la única palabra que encaja para definir a toda esta caterva de “asaltadores del poder”, es “regresismo”, pues es un antónimo de progresismo que es justamente lo contrario de lo que ellos hacen, justamente lo que, si hace algún otro partido, como Vox, al cual, esos mismos supuestos “progresistas” les demonizan insultándoles como de extrema derecha o la ultraderecha cuando son los únicos que verdaderamente buscan el progreso y la libertad de los ciudadanos. Una bocanada de aire fresco y limpio en la democracia española. Pero hay una cosa que maneja muy bien la extrema izquierda, esa es la propaganda. Que además en España lo hacen al amparo de prácticamente todas las TV subvencionadas, o llamémoslo por su nombre: la compra de voluntades de los medios de comunicación para arrodillarse ante el poder.

En estos momentos de la historia de la humanidad, en la tercera década del siglo XXI, podría ser donde los seres humanos alcancen un progreso a nivel científico, medico y tecnológico inconmensurable y determinante para el avance de nuestro país, el avance de todos, pero esto será imposible, pues hay una fuerza maligna y destructiva que se empeña en impedir ese progreso de la humanidad, esa fuerza maligna es el comunismo. Que, de un tiempo a esta parte, lleva planificando el fin de la civilización, tal y como la conocemos, que tanto nivel de vida, de progreso, de bienestar y de libertad nos ha proporcionado durante las últimas décadas.

Pero no solo en España está ocurriendo tal involución, sino en buena parte del mundo con el llamado globalismo

Y qué casualidad que esto pasa desde que las garras de desalmados comunistas, o directamente criminales, que la única hoja de ruta es asaltar el poder para perpetuarse en él para esquilmar los recursos, apropiándoselos o robándolos directamente a través de las ingentes redes clientelares que han formado durante estos años desde que ZP asaltara el poder tras el 11M.

Lo ha hecho el PSOE en muchas regiones, sobre todo en Andalucía, en Cataluña los Puyol, los secesionistas, los separatistas comunistas y en otras partes otros criminales que han utilizado la política para robar, para ejecutar sus planes malévolos y satánicos, pues no se puede negar la incidencia de ese mal en muchos partidos políticos, que incluso se permiten el lujo de llevar en sus estatutos la destrucción de España. Pero para ejecutar ese plan, es imponderable y obligado infringir todo el mal posible a nuestra sociedad para deteriorarla, manipularla y desquiciarla para que nos odiemos y autodestruyamos; o bien con otra guerra civil, o bien creando el caldo de cultivo, es decir, el caos, pues del caos nace la violencia y la destrucción, o lo que es lo mismo, el mal engendrado en la tierra: el comunismo, el nazismo o el fascismo y sus hordas al servicio del mal para destruir todo lo que tocan y convertirlo en un verdadero infierno en la tierra.

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