Después de más 2.000 años de civilización romana, árabe y judeo-cristiana, conviene recordar de dónde venimos y lo que somos hoy en día como nación, así como de los peligros inherentes que estamos viviendo con un gobierno dispuesto a dilapidar esos más de 20 siglos de civilización y más de 500 años como una de las naciones más antiguas de Europa.
La Hispania romana, como así la llamaban, nos trajeron innumerables avances, como el derecho, o conocimientos científicos como la medicina, las artes, la escritura, los juegos, los torneos, o inventos que hasta entonces eran imposible de imaginar. Otra fuente importante de conocimientos que legaron los romanos fue el estudio de la física, aplicada a la ingeniería.
En aquella época, la denominaban Hispania era el nombre dado por los romanos a la península ibérica y parte de la nomenclatura oficial de las tres provincias romanas que crearon en la península Ibérica era: Hispania Ulterior Baetica, Hispania Citerior Tarraconensis e Hispania Ulterior Lusitania.
La conquista de Al-Ándalus
Mas tarde llegarían los árabes con la conquista de lo que ellos denominaban Al-Ándalus. Fue pasar del reino visigodo al califato de Córdoba. Cerca de ocho siglos, desde el año 711 hasta 1492 de ocupación sirvieron para que estos introdujeran mucha de su cultura y costumbres que aun hoy día perduran. Los judíos llegaron a ella junto con las legiones romanas y su presencia aumentó como resultado de la conquista de Judea y destrucción del Segundo Templo, que incluía el Muro de las Lamentaciones, a manos del general romano Tito en el año 70 d.C. Dejando un legado histórico y cultural impresionante. Los judíos se adaptaron perfectamente a la nueva situación asimilándose a la cultura musulmana e integrándose en ella sin perder sus señas de identidad; a diferencia de los cristianos que tuvieron muchos problemas de adaptación a la cultura musulmana en la península.
Pasando por la reconquista, período de la historia de la península ibérica de aproximadamente 780 años entre la conquista omeya de Hispania
Edad Media
A partir del año 476 con la caída del imperio romano, entra un periodo de la historia bastante oscuro, me refiero a la edad media, que comprende desde el siglo V hasta el siglo XV, después del descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492 por Cristóbal Colon. La Reina Isabel la Católica le encomendó y financió para emprender dicha empresa, pues Portugal estaba detrás de la misma aventura: el enviar naves para el descubrimiento del llamado nuevo mundo.
Y desde entonces hasta nuestros días, España se ha ido conformando como un crisol de culturas arraigadas desde tiempos inmemoriales, pero con una significación que marca la diferencia absoluta, sobre todo desde la unión de todos los reinos españoles por los Reyes Católicos, el verdadero comienzo como nación.
La edad moderna
La Edad Moderna comienza con el reinado de los reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (1469-1504/1516) y finaliza con la guerra de la Independencia (1808-1814). De aquí se da paso a la edad actual o contemporánea.
El presente
Después del ataque furibundo contra la nación española donde es atacada todos los días por este infame gobierno, con toda la «banda» de delincuentes, falsarios y repugnantes enemigos de nuestra patria, es hora de levantar la voz. Ahora más que nunca es el momento de reivindicar los sentimientos más auténticos que emanan de los valores más puros de nuestros genes, heredados de nuestros ancestros, de aquellos conquistadores, de aquellos almirantes, soldados, de aquellos virtuosos estrategas y valientes españoles que dieron la vida por España quedando grabado a fuego su valor en los anales de nuestra historia.
Hablar de cómo se siente la patria para un español de bien, no es fácil, sobre todo en estos tiempos, donde tan solo pronunciar su nombre está como proscrito, como prohibido, o te insultan con aquello tan manido de facha, franquista, o incluso fascista o nazi. En estos tiempos aciagos para los sentimientos patrios, donde se vilipendia, se insulta, se agrede, incluso te pueden hasta matar, como ya ha habido casos recientes por el hecho de llevar alguna prenda que simbolice a España. Bueno, y no olvidemos que, en España, una banda de asesinos terroristas que ha matado a cerca de mil personas por el hecho de ser españoles, por lo tanto, no miento al decir que en España se ha matado y mucho por reivindicar ser español.
Es imposible contar en un único artículo, pues necesitaría cinco vidas, para significar todas las grandezas de una de las naciones más hermosas, más importantes y más significativas a nivel histórico, geográfico, cultural, humano y político del mundo. Es más, el mundo no se puede concebir sin España. La importancia histórica de nuestra patria, contemplando las innumerables hazañas y hechos históricos ocurridos durante los 2.000 años, ya desde aquella Hispania romana que nos dejó un importante legado ─aunque lo fundamental de aquella Hispania romana fue el comienzo de la civilización tal y como la entendemos─, hasta casi nuestros días, pues en la actualidad pereciese haberse borrado con infamia todo lo acontecido durante esos 2.000 años anteriores, o al menos, las intenciones es que los españoles nos desmemoriemos con esa ley que quieren aprobar: la ley de memoria histórica, ahora dicen llamarla “democrática”.
Cómo escoger las palabras precisas que digan exactamente lo que siento al hablar de ella. Cómo ponderar o elogiar los sentimientos que me inundan desde que supe por primera vez, cuando adquirí la conciencia para entender mi cuna, donde tuve el privilegio de nacer, mi casa, mi pueblo, mi provincia, mi nación. Nada más y nada menos que España: Mi patria.
Por ello, solo puedo expresarlo como me dicta la razón, el corazón y mi alma.
Oda a España
Quiero saborear tus encantos, ¡España!
oler tus flores y ascender tus montañas,
recordar nuestra historia
forjada con héroes en mil batallas,
cuando luchaban por ti: su patria.
Cuando empuñaban la espada
en nombre del rey y de España,
en fortificaciones férreas
o en los campos y esplanadas.
Que no buscaban la gloria,
sino defender la patria
en aquellos campos de muerte
y de gloria sin buscarla.
Caballeros y jinetes,
Caballos sobre sus lanzas
con sus armaduras blancas
forjadas a golpe y fuego, de batalla.
Armaduras y lanzas
escudos y espadas
forjadas a fuego y sangre
en aquellas inhóspitas fraguas
para que no penetrara la espada
y viudas, a aquellos, dejara.
Cañones que disparaban
contra el gabacho y sus armas.
Agustina encendió la mecha
escupiendo el cañón su andanada,
estallando Aragón en sus plazas,
convirtiéndose Agustina
en una heroína de España,
pues expulsó al invasor
que quería robarnos la patria.
Tras el capitán la arenga,
tras la arenga la espada,
tras la espada la victoria
en aquellos campos de España.
En tu vieja historia sagrada,
entre rendijas y piedras,
murallas tan milenarias,
que soportaron la historia
de aquellas largas batallas
de tu sangre derramada.
Aquella sangre española
vertida por mil espadas,
de aquellos hombres heroicos,
que morían por su patria,
sin echar la vista atras,
pues eran valientes de España.
Siglos de historia recuerdo,
de gestas innumerables
de mil soldados caídos
en batallas incontables
en civilizaciones varias
y en los puntos cardinales
donde Felipe allí reina,
pues fue el rey de las Españas,
donde nunca se puso el sol
en aquellas tierras tan bravas.
Susurro de catedrales,
que se yerguen hacia el cielo
repicando sus campanas
en señal de aquellos duelos,
por todos los hombres caídos,
caídos por nuestra España,
que no buscaban la gloria
sino ganar las batallas
y aunque les llegue la muerte,
serán los héroes de España,
por esos soldados valientes
que son soldados de raza.
Mares por todas partes,
menos por la vecina Francia,
pues es mi patria una península,
invencible con sus armas,
las buenas gentes de aquí
las buenas gentes de España,
donde Blas de Lezo combate
y se estremece hasta el Papa,
que entonces no es como ahora
que aquellos papas mataban.
Valientes gallardos de raza,
los habitantes de hispania.
bien lo sabían los romanos
pues provincia fue nombrada
por aquel Cesar de Roma
que no la quería pagana,
pues siempre la España fue,
y es la cristiana España,
aún en horas musulmanas.
Fue Don Pelayo aquel héroe,
aquel astur de batallas,
que detuvo en Covadonga
a todo aquel que pasaba,
echándolos de aquellas tierras
que permanecían intactas
de todo el valor del astur
Don Pelayo hizo su causa
siendo un héroe para Asturias
pero mucho más para la España.
No te sientas extranjero
hermano de lengua hispana
y menos de tu madre patria,
pues hace siglos que tu sangre
se mezcló con la de España
y los que fueron hijos de aquellos
sois ahora nuestra raza
pues vinisteis de muy lejos
para amar y sentir a España,
con tus hijos, con tu amada:
la madre patria, tu España.
Pues todos somos hermanos,
a donde quiera que vayas
pero todos somos de aquí
y de una única España.
Si te da pereza decir España, si cuando oyes el himno nacional no se te eriza el bello y te corre más deprisa la sangre por tus venas, si cuando ves hondear la bandera al compás de ese himno nacional no te emocionas, si cuando ves maltratar a nuestros héroes no te entra el coraje para defenderlos, en definitiva, si has leído este articulo y no se te han removido las entrañas, entonces, ¡apártate! y no ensucies la memoria de mi patria.