Últimamente estamos asistiendo a una dispara incidencia de casos de la llamada “disforia de género”, más vulgarmente conocida como transexualidad, en jóvenes, sobre todo se está disparando en chicas, sobre todo jóvenes y adolescentes a las que se las alienta a “cambiar de sexo” para conseguir sus objetivos mediante el uso de bloqueadores de la pubertad.
Son ideales que la ideología woke impone en la sociedad y lo está haciendo muy bien haciendo estupendamente, ha conseguido mediante diferentes métodos en los últimos años calar en la franja de edad de los más jóvenes e inculcarles ideas que al fin y al cabo, son totalmente irrealizables, hablando en términos de género.
Redes sociales, aislamiento social, falta de comunicación familiar y un constante bombardeo de políticas públicas han conseguido fragmentar aún más la sociedad.
No estoy negando la existencia de personas transexuales, con disforia de género, incongruencia de género o con el nombre que le quieran poner, realmente conozco muy poca gente que conociendo a alguna de estas personas reales (no su nuevo concepto trans), nieguen que exista ese problema y mucho menos lo voy a hacer yo, sería casi tirar piedras a mi propio tejado.
Lo que se advierte por mi parte y otra mucha gente que estamos silenciados sobre los bloqueadores de la pubertad, es la falta de información real y un tratamiento efectivo antes de tener que usar medicamentos o cirugías con efectos irreversibles sobre la salud y el cuerpo.
Sobre todo hablamos de cuerpos y mentes en formación, un tratamiento psicológico por profesionales formados que realmente determinen la necesidad real y confirmen que realmente un tratamiento médico va a mejorar la vida de esas personas..
Disforia de género de inicio rápido
Gracias a las políticas sociales que nos han ido imponiendo por diferentes medios, solemos tender a pensar que una persona ya es adulta y está perfectamente capacitada para decidir con la mayoría de edad, a los 18 años, pero según varios estudios en neurodesarrollo esto no es así y el proceso de madurez cerebral se alargar entre los 21 y los 24 años, con los bloqueadores estamos hablando de jóvenes y adolescentes con una edad bastante inferior llegando incluso casos a afectar a niños.
Existen estudios prácticamente invisibles a la difusión en medios de gran alcance, como “Supresión de la pubertad”, estudios revisados por pares que podrían poner un freno a la locura desatada con la disforia de inicio rápido, claro que no interesa dar a conocer que están ahí.
Estos estudios alertan de que usar bloqueadores de pubertad pueden causar graves problemas de salud en el futuro como en huesos, sistema reproductivo, sistema urinario, reproductor e incluso en los ojos.
La fábrica de los niños transgénero
Aparte de diversos estudios acerca de como afectan estos bloqueadores y ya no digamos cirugías a personas jóvenes, existen autores que intentan avisar de los posibles peligros existentes ya que quien no ha tenido problemas con su cuerpo o entorno en la adolescencia.
Es una etapa crítica a la hora de formar la personalidad de cada persona y en la que solemos cambiar de opinión incluso varias veces al día, en la que nos han impuesto cambios que no son reversibles.
Tenemos la experiencia de Suecia o incluso el Reino Unido y otros países que nos enseñan que este tipo de terapias afirmativas son un error, cierto es que yo si las hubiera llevado a cabo, aunque claro es sabiendo lo que se ahora que no soy una adolescente.
Y es que llegados a una edad entre la infancia y la edad adulta, se comienza a producir una hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) que acabará conformando realmente nuestros cuerpos produciendo estrógeno o testosterona y que afectan también no solo a nuestros aparatos reproductores que acabarán por atrofiarse, sino que también a nuestro desarrollo oseo entre otros efectos.
Efectos nocivos e irreversibles de bloqueadores de la pubertad en menores con disforia de género de inicio rápido
Llegados a este punto, o dejo una infografía resumiendo los posibles efectos secundarios de medicar con bloqueadores a jóvenes que son el objetivo de estas políticas.
No olvidemos que no hay ninguna medicina desarrollada para “tratar” la transexualidad, se usan medicamentos desarrollados para otros fines como puede ser tratar el cáncer de próstata o la menopausia en adultos.
Básicamente lo que hacen estos medicamentos es producir una castración química que evita del desarrollo de cuerpo y mente con normalidad mientras se nos vende que son seguros y reversibles.
Es evidente que habrá personas que decidan pasar por este proceso asumiendo los posibles riesgos, pero creo que deben conocer la realidad tanto esas personas, como sus padres que muchas veces los arrastran a estos procesos sin saber todas las consecuencias.
Incluso en España con las “leyes trans” vigentes en muchas comunidades, ya existen casos de denuncias por estos tratamientos, este en concreto en la Comunidad de Madrid.
Un caso que no es aislado y se repite a lo largo de todo el mundo que ha arruinado la vida de mucha gente y la imposición de todas estas terapias afirmacionistas, no ha beneficiado realmente a nadie
más información sobre bloqueadores de la pubertad
Keira Bell
Referencias
-> “La fábrica de los niños transgénero” (Editorial Deusto)