El Globalismo que viene: La esclavitud de la humanidad

george_soros-conspiraciones-la_jungla_-_social_348230327_103043441_1706x960

Decía D. Miguel de Unamuno, «me duele España«. ¡Dios!, nunca había tenido tanto sentido aquella frase del gran filósofo y escritor como ahora: «Me ahogo, me ahogo, me ahogo en este albañal y me duele España en el cogollo del corazón«

Pero de nada sirve la melancolía de pensar en otras Españas de pasados más gloriosos y épicos, incluso en otros mundos de antaño. De nada sirve recordar con cierta nostalgia aquellos siglos de gloria y honor, también de incertidumbre y zozobra, de guerras y luchas fratricidas; pero también de luz y prosperidad, de descubrimientos y logros sin igual, de héroes de leyenda, de ingenios, inventos, arte, música. De aquellas gentes aguerridas que defendían la patria sin que la misma les diera casi nada, salvo un puñado de monedas, el buen nombre, muy buena reputación, la razón de ciudadanía y la de servir a la patria, o alcanzar aquella libertad individual, un tanto ficticia, a través del sacrificio y la entrega. Poco más. Pero una cosa es innegable, el patriotismo de entonces, de ahora y de siempre, fue, es y será la antítesis del globalismo, que es la antesala de la esclavitud.

Una nación la componen individuos, cada uno diferente biológicamente al otro y, ante todo, en su concepción de vida. Desde el punto de vista más filosófico o antropológico, cada persona es un mundo y no hay una sola mente igual a su prójimo. Nos interrelacionamos entre sí, nos comunicamos entre sí, nos amamos entre sí, nos matamos entre sí y convivimos entre sí. Incluso los conflictos de la humanidad los compartimos entre nosotros y pareciese que el paso de los siglos no nos ha hecho recapacitar al respecto.

Pero una cosa está clara para nuestra humanidad, ansiamos la libertad por encimas de casi cualquier cosa; necesitamos ser libres, pues sin esa libertad solo queda el sometimiento y la esclavitud. Pero para llegar a ese punto deben de crearse las condiciones necesarias, el “caldo de cultivo” imprescindible para ello. Es un proceso que conocemos bien, pues a través de nuestra milenaria historia se ha repetido con demasiada asiduidad, incluso, en la actualidad, a pesar de los avances tecnológicos, científicos, médicos, industriales y sociales.

Diría más; a pesar de la propia evolución de la mente humana, hoy más perfecta que hace tan solo unas pocas decenas de décadas, sigue existiendo ese afán esclavizador, esa patología humana de dominación, de ostentar el poder absoluto de unos pocos sobre miles de millones de almas. De hecho, hay un numeroso elenco de naciones donde sus lideres tienen sometidos a sus ciudadanos al ostracismo, a la esclavitud más deleznable, a la sumisión, dominación y totalitarismo más repugnante, representados a través de regímenes políticos tan abyectos como el propio mal que representan.

Ese mal es, por ejemplo, el encarnado en la Sagrada Biblia como el demonio, para los cristianos, pero el engendro del mal existe en todas las religiones. Es intrínsecamente humano y está desde el principio de los tiempos. El mal adopta numerosas formas dentro de sus personajes; tiranos, dictadores, genocidas, asesinos, sátrapas, torturadores o monstruos con rostro humano y almas siniestras y criminales.

Esos tiranos dictadores no son nada mas que el diablo encarnado, salido de la más nauseabunda ergástula del infierno. Son tiranos que perpetran la sumisión y la dominación más horrible, repugnante y cruenta, donde la miseria, el hambre, los crímenes más horrendos están por doquier. Es la eterna lucha del bien contra el mal y, por desgracia, para esta época que nos está tocando vivir, está ganando el mal.

Agenda 2030

Existe una planificación para crear un hipotético “gobierno mundial” que controle a toda la humanidad con el único objetivo de someterla y esclavizarla. El ya conocido como “Globalismo”, o lo que es lo mismo, “la agenda 2030”, donde se supone, que esa es la fecha para conseguir su objetivo, su fin último: supuestamente, en el año 2030 se habrá consolidado dicho gobierno mundial.

Los que postulan dicha agenda son bien conocidos por casi todos; unas elites económicas que se organizan en “foros”: Foro de Davos, Foro de Sao Paulo (antes Foro de Puebla), donde personajes tan siniestros y multimillonarios de izquierdas, como George Soros, Billy Gate, Barack Obama o Hillary Clinton, Rodríguez Zapatero, entre otros, o los socios nada secretos del Grupo Bilderberg. Grupo que aglutina a personalidades de todo el mundo; la realeza, presidentes de gobierno, ministros, empresarios, entidades bancarias, de defensa, la OTAN, la UE etc., las grandes fortunas, la gran banca mundial, las grandes corporaciones y los magnates del dinero que quieren convertir al mundo en una dictadura comunista, donde esas elites, esos ricos, junto con las elites políticas sean los únicos que disfruten de las “mieles” de los avances de nuestra civilización…el resto de los mortales nos convertiremos en sus esclavos; “productores” como “hormigas obreras, soldados”, incluso en “reinas” en el gran “enjambre” del mundo.

Para justificar dicha esclavización, ese control férreo de las masas, alegan que los recursos del planeta se agotan; que si “el cambio climático”, que si el planeta está en serio peligro. Para dar solución a esos hipotéticos problemas ─Todos chiringuitos ideológicos y subvencionados─ llegan “los adalides”, los salvadores del planeta, que lo salvarán a costa de aniquilar a media humanidad con virus que salen de laboratorios de investigación biológica de esas dictaduras comunistas, para, a continuación, inocularnos una supuesta vacuna, aun mas perjudicial, si cabe, que el propio virus.

El aborto como método de control de la natalidad

Quieren controlar la natalidad, es decir, que el aborto sea libre, pues esas mentes pensantes han llegado a la conclusión que en el mundo ya hay una superpoblación que, supuestamente y siempre según sus teorías, está agotando los recursos de la Tierra, por ello se establece como legal el asesinato de la especie a través del genocidio de los abortos, de la eutanasia o de las llamadas políticas de la muerte, tan características de regímenes comunistas.

La inmigración ilegal

Por otro lado, en aquellos continentes donde existe una población inactiva laboralmente, inculta, subdesarrollada, incluso diría yo, hasta violenta, al menos en un porcentaje elevado. Solo hay que fijarse en las hordas migratorias y las avalanchas que se producen cuando saltan la valla de Ceuta y melilla. O las innumerables pateras que llegan a nuestras costas, traídas por mafias permitidas y auspiciadas por estos gobiernos globalistas. Por tales razones, África y Asia permitirán que esas poblaciones se trasladen de forma masiva a los continentes donde cada vez más hay menos nacimientos debido al genocidio abortista. Así compensarán la falta de natalidad para una hipotética mano de obra. Esta es la teoría, pero como todo fanatismo imperante, la práctica es mucho más surrealista; no han tenido en cuenta la rebeldía, la insumisión y la violencia que traen esas diásporas de jóvenes descontrolados e imposible de gobernar. Será un cambio de paradigma, un cambio brutal y violento, un choque cultural y sociológico, incluso religioso, que en unos pocos años, quizá meses, se produzca un cambio poblacional que origine un estallido social de consecuencias tan cruentas como impredecibles.

La destrucción de las clases medias: autónomos, empresas, trabajadores

Otra dinámica será perseguir a los generadores de riqueza para que no creen empleo; arruinar a las empresas, a los autónomos, los negocios, etc. Como consecuencia del hundimiento del país, llega la dominación, la pobreza, el hambre, el miedo, el terror y tras todo ello, llega el caos y la violencia, el sometimiento y la dictadura: la esclavitud.

Si además de todo eso, hay una conspiración mundial para sembrar el miedo, el pánico y la congoja en la sociedad a través de la propaganda falsaria de tenernos sometidos por un virus, que por mucho que se empeñen en negar, salió de China y está siendo utilizado como arma ante los ciudadanos. Hasta el punto, de querer legislar con ese virus para cercenar las libertades de los ciudadanos, acabar con la democracia y subvertir el orden Constitucional por una dictadura que controle absolutamente todo, pues la conjura del globalismo está servida.

Esta terrible descripción no es fruto de mi imaginación u opinión, por desgracia, este fue y es el camino que han seguido todos los regímenes comunistas totalitarios del mundo. Y no me vale aquello de: «eso aquí no puede pasar«. Pues si, ya está pasando, el llamado globalismo, no es otra cosa que la planificación de como esclavizar a la humanidad en una dictadura global de corte marxista y totalitario. Donde la libertad se extinguirá como se extingue la verdad, censurando a todos aquellos que levantan la voz. Acabarán con las democracias y la esperanza, impondrán el yugo del miedo, la propaganda y las mentiras, con virus manipulados, o vacunas que no lo son, sino otra forma más de aniquilar.

La patria: la antítesis del globalismo

Por todo ello, la patria adquiere un valor extraordinario, pues para defender la libertad, hay que defender primero la patria, y ésta debe de estar inexorablemente unida a la libertad. Pero no será fácil, aun estamos a tiempo, aunque la verdad es que les hemos dejado avanzar hasta el mismo abismo de nuestra existencia.

Sentirse patriota no debe avergonzar a nadie, todo lo contrario, la razón de lo que está pasando en España, con este gobierno comunista, es precisamente por todo lo contrario, pues quien controla el poder es enemigo de la nación española, es enemigo de nuestra patria, siempre lo fueron, ya nos costó una guerra civil porque precisamente intentaron destruirnos. Fueron los mismos, la diferencia es que antes no se utilizaba el globalismo como concepto o forma de entender el fin de la civilización. Entonces, crearon tal caos y violencia para destruir la civilización que, asesinaron, robaron, dieron golpes de estado, incendiaron, amenazaron y exterminaron hasta enfrentar a hermanos, padres e hijos en una guerra civil cruenta que devastó a España.

En estos momentos hay un velo oscuro y siniestro sobre nuestra patria, unas tinieblas que lo envuelven todo, que se infiltra por todas las rendijas del estado, que lo carcome, lo envenena y lo convierte en desesperación, en hastío y corrupción sistémica que ahoga la democracia, engulle la libertad y está devorando a España. Como siempre digo, la libertad no es gratuita, quien piense eso es que está muy equivocado.

La libertad, dentro de una democracia liberal, no es otorgada por el don divino, porque venga en manuscritos antiguos o en páginas doradas de la Constitución. La libertad hay que lucharla cada día como si cada uno de esos días corriéramos el peligro de que se nos fuera arrebatada.

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida ❞.

Miguel de Cervantes

Autor

Artículos relacionados