Desde Comando Libertad condenamos de manera rotunda el brutal asesinato de Kaule Villar Pons, una chica trans de 20 años, a manos de un inmigrante magrebí. Este crimen atroz representa una violación inaceptable de los derechos humanos fundamentales, y una vida ha sido trágicamente arrebatada debido a la violencia, intolerancia e incompatibilidad de culturas.
Vivimos en un contexto de caos migratorio, donde se están colando en nuestras fronteras radicales islámicos y criminales de toda índole y al no pasar por los controles reglamentarios de extranjería se está exponiendo a la sociedad a estos peligros y dañando la imagen de los inmigrantes que vienen a trabajar y cumplir sus sueños a nuestro país. Lamentablemente, quienes defienden el «buenismo» progresista están llevando a nuestra sociedad a un choque del que occidente va a salir perdiendo.
Por tanto, condenamos el silencio del colectivo LGTB que lo hace cómplice de estos delitos y de la entrada masiva de culturas que no solo son incompatibles con nuestros valores, sino que además ponen en peligro la integridad y la vida de sus propios miembros.
Advertimos de los riesgos, y seguiremos luchando por la verdad y la justicia, aunque se nos tache de «fachas». La protección de la vida, la libertad y los derechos humanos son principios que deben ser defendidos sin importar las etiquetas ideológicas.
Inquilinos de la bajera: "Nos decía que no dijéramos nada o nos haría lo mismo. Teníamos que haberla defendido, pero nos tenía amenazados"
Esta es Kayle Villar Pons. Fue asesinada en la madrugada del lunes al martes, a la una de la mañana.
Hace unos meses Yahya Mazouri, de 27 años y de origen marroquí, había entrado a vivir a la bajera (un almacén) propiedad del padre de Kayle, Isidro.
“Estaba alojado provisionalmente en un trastero para que no se quedase en la calle» cuenta Isidro. «Pero empezó a generar problemas. Amenazaba a la gente, les quitaba comida a otras personas de la bajera…”.
Isidro había interpuesto tres denuncias ante la Policía, la última este pasado domingo.
“Le denuncié por última vez por allanamiento de morada, porque se metió en la bajera con un familiar y cuando fui a decirle que tenía que irse, me agredió a mí y a mi pareja. Vino la Policía Nacional y lo sacaron del local, y se lo llevaron. Lo debieron de llevar ante el juez y lo dejaron en libertad”.
Tras este episodio, Isidro cambió el lunes el bombín de la puerta de la bajera “para que no pudiera entrar otra vez. Pero a las horas me llamaron y me dijeron que se había vuelto a meter en la bajera. Cuando fui allí, estaba la Policía Nacional y me llevaron detenido por coacciones”.
Ojo, se llevaron detenido a Isidro. Al dueño del inmueble. No a Yahya.
“Cuando quedé en libertad, quise pedir una orden de alejamiento porque tenía amenazados a todos, incluida a mi hija, con la que había había tenido discusiones, porque es un hombre homófobo y machista”.
La medianoche del lunes Isidro y el joven tuvieron una discusión. Yahya, a gritos, amenazó con matar a su hija
» Llamamos a la policía. Vinieron y se marcharon. No hicieron nada más»
Una hora después, Yahya asesinaba a Kayle.
Cuando asesinaron a Samuel todo Instagram se llenó de post de apoyo a Samuel. Pero ahora, cuando la víctima es una mujer y hay un error de bulto político y policial….¿Hay un doble rasero? ¿Esta noticia no va a salir en los telediarios?
Descanse en paz, Kaule Villar Pons. Que su trágica muerte sirva para despertar a una sociedad que, ante tanta indiferencia, está perdiendo sus valores.


