¿Victoria contra Netflix?

Noticias en comando libertad

Netflix ha retirado su serie de dibujos animados Ridley Jones, la guardiana del museo. Esta serie creó una gran polémica en redes cuando uno de sus protagonistas se declaró “no binarie” y empezó ha hablar en “lenguaje inclusivo”. ¿Pero es esto realmente una victoria?

Todo aquél ser humano con la más mínima capacidad de percepción ya se habrá dado cuenta de que Netflix es una plataforma con una clara ideología woke. No sólo incluyen personajes LGTV+ en prácticamente todo su contenido, a menudo siendo personajes planos cuya única finalidad es hacer de abanderado de la ideología arco iris, sino que además han cometido tropelías del tamaño de poner a actores negros haciendo de personajes históricos que eran blancos. Esto es algo que se viene criticando desde hace mucho, casi desde que Netflix empezó a popularizarse, pero han sido contadas las ocasiones en las que la compañía ha actuado en consecuencia.

Pero esta vez, parece que han llegado demasiado lejos. El público, harto de tanto lavado de cerebro woke, ha estallado en redes ante cosas como que una cria de bisonte exija que se le llame “elle” en lugar de “él” o “ella”. Toda una estupidez, que no es la única de la serie, en la que además hay un jabalí con tendencias homosexuales, a la que hay que añadir que es una cria, por lo tanto un niño podría identificarse fácilmente con dicho personaje. Muchos padres han puesto el grito en el cielo ante tal muestra de adoctrinamiento LGTV+.

Y parece que ha surtido efecto, Netflix ha cancelado la serie. ¿Pero es esto un éxito para aquellos que nos resistimos al adoctrinamiento? ¿O tal vez no tanto? Pues un servidor, que no tiene una TV conectada a una antena o proveedor de contenidos desde 2003, cree que más bien lo segundo. Esto sólo ha sido una advertencia a Netflix: un “hasta aquí he llegado, no aguanto más”, que también podría traducirse en “pero hasta aquí me la puedes seguir metiendo sin problemas”. Retirar una serie de tantas no daña a Netflix ni a la ideología woke que representa. Retirarla supone, simplemente, reconocer que se han pasado de rosca y delimitar hasta dónde pueden estirar la goma con el usuario. Por el momento. Más adelante intentarán volver a metértela hasta el fondo a ver si te vuelves a quejar. ¿Sabéis lo que realmente daña a Netflix? Esto.

Netflix es una empresa cotizada. Que te quejes en Twitter le importa lo mismo que España a Pedro Sánchez. De hecho, le viene muy bien para saber hasta dónde estás dispuesto a aguantar, y seguir con el rodillo adoctrinador. Tú quéjate lo que te dé la gana, pero paga la cuota. Y con ese dinero, ya seguimos con nuestra labor. He escuchado a muchos suscriptores de Netflix decir cosas como que ellos son suscriptores porque seleccionan el contenido que ven ellos y sus hijos, y que por tanto no les afecta. Pues eso es como ir a una herriko taberna y no ser Abertzale. Puede que tú no te estés haciendo daño a ti mismo, pero estás financiando a una organización que sí hace daño a mucha gente, entre ellos niños. Puede que tú tengas la capacidad de discernir, pero con tu dinero están adoctrinando a gente que algún día te vas a encontrar por la calle. Gente que puede que algún día sean profesores de primaria, y les den clases a tus hijos.

Dijo un día Isaac Parejo “para luchar contra la izquierda, hay que usar sus mismas armas. Hay que bajar al barro con ellos”, y si la izquierda y la ideología woke ha llegado a este punto es porque han sabido elegir muy bien a quién financian. Un woke nunca pagaría una suscripción a un canal de derechas, ni comparía un producto que ha sido cancelado por ser de derechas, ni iría a ver una película en la que trabaje un actor de derechas. ¿Os imagínáis a un progre yendo a un concierto de los Meconios? Pues eso los que no son progres, no lo entienden. Si les gusta el producto, lo compran aunque sepan que le están dando dinero a un progre. Y ahí está el fallo. La ideología woke se nutre de financiación proveniente de gente que odia el progresismo, pero siguen financiándolo. Si queremos derrotarles, hay que usar sus mismas armas. Date de baja de Netflix. Ahora. Mañana no. Ahora. No des tu dinero a esta gentuza. Somos más que ellos (y tenemos más dinero), así que hay esperanza.

Artículos relacionados