Avion espacial militar secreto de EEUU inicia su octava misión con objetivo no revelado
La nave no tripulada X-37B despegará desde Florida el 21 de agosto. Desarrollada por Boeing para la Fuerza Espacial de EEUU, realiza experimentos en órbita. Su función principal y objetivos específicos permanecen clasificados.
Una misión envuelta en secreto
El Vehículo de Prueba Orbital X-37B de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos volará en su octava misión el 21 de agosto de 2025. El despegue está programado desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. La nave espacial autónoma y no tripulada es desarrollada por Boeing y se utiliza para realizar experimentos en órbitas terrestres altas y bajas. Sin embargo, la mayoría de sus funciones permanecen secretas.
Tecnología avanzada y versatilidad
Boeing afirmó que el avión espacial está equipado con tecnologías de vanguardia que proporcionan un rendimiento y una durabilidad excepcionales. Su diseño modular permite una amplia gama de experimentos y misiones, lo que lo convierte en un activo versátil y valioso para la exploración espacial. Para alcanzar la órbita, la nave viajará dentro de la cofia de un cohete SpaceX Falcon 9.
El legado de la misión anterior
El 7 de marzo, la nave completó su séptima misión, aterrizando en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, California. La Misión 7 probó tecnología de conciencia del dominio espacial con el objetivo de mejorar el conocimiento de la Fuerza Espacial de los EEUU sobre el entorno espacial. Estas tecnologías son críticas para operar en un espacio cada vez más congestionado.
Un historial de experimentación clasificada
La nave ha sido utilizada históricamente por el ejército de los EEUU para conducir experimentos, muchos de ellos no revelados al público. La capacidad de la nave para realizar maniobras robustas y probar nuevas tecnologías ha sido demostrada en misiones anteriores, contribuyendo al avance de las capacidades espaciales militares estadounidenses.
Navegando hacia el futuro
La octava misión del X-37B continúa el programa de pruebas en órbita de la Fuerza Espacial de los EEUU. El éxito de estas miones consolida las capacidades autónomas y experimentales de la nave, que se perfila como una herramienta clave para la experimentación y la conciencia del dominio espacial en un entorno estratégico en evolución.


