Confesiones desde Chile: Ser joven, gay y de derechas...

Gay de derecha

“No perteneces aquí” “No salgo con gente como tú” “Ojala te pase algo” “¿Como puedes ser gay y de derecha?” “¿Tan joven y de derecha? Estás arruinando todo por lo que están luchando tus compañeros”

¿Les suena familiar? Son algunas de las cosas que escuchamos mas a menudo de lo que nos gustaría. Y antes de comenzar con mi primer blog en este espacio, me gustaría dejar claro que esto no es una victimización, no busco la lastima de nadie, solo quiero contar mi experiencia y la de muchos otros gays/lesbianas/trans con los que he tenido la fortuna de conversar. Y con esto aclarado, procederé a comenzar, espero que lo disfruten y que me den consejos de como mejorar para futuros blogs.

Hola, mi nombre es Nicolás Canto (pero pueden llamarme N_de_Funado) , soy un joven de 22 años proveniente de la región de Magallanes y Antártica Chilena, Chile. Y bueno…Soy gay. Y ustedes dirán “¿Y que?” Es verdad, no debería ser tema, pero para muchos sigue siendo un tema, en especial cuando eres de derecha. Supongo que se preguntarán “¿Cual es el tema de ser gay de de derecha?” Pues les digo que yo tampoco lo se, pero muchos pertenecientes a la Comunidad del Abecedario ven esto como algo incompatible. Nos denostan, nos llaman traidores, nos hacen el vacío o de plano nos insultan y dicen que “No pertenecemos ahí”

La izquierda se ha auto otrogado la potestad de repartir carnet de buen gay

¿Y por qué no podemos pertenecer ahí? ¿Cuál fue nuestro pecado? ¿Acaso debo darme 100 latigazos para dejar de ser un hereje? ¿Por qué TU tienes la potestad para decirme a MI lo que YO puedo y no puedo ser? ¿Dónde encuentro el manual del buen LGBT?

Les contaré una historia graciosa, resulta que estaba en un bar viendo el debut de la banda de mis amigos y veo un chico en la barra: alto, ojos verdes, pelo castaño claro, y bastante lindo. Lo veo y me digo a mi mismo “Esta noche me lo llevo”, y como buen tigre acechando a su presa, me acerco y pido dos cervezas, le doy una al chico y comenzamos una conversación bastante amena. Resulta que el también era gay y un activista por los derechos LGBT bastante activo en sus redes, comenzamos a hablar y resulta que por cosas del destino el chico me comenzó a seguir en Instagram, luego de un par de cervezas y uno que otro chupito decidimos dejar el bar y movernos a su casa. Aquí es donde todo se tuerce, resulta que antes de comenzar con lo que se supone que íbamos a hacer, el chico se mete a mi instagram y ve el PECADO ORIGINAL, MI PIEDRA EN EL ZAPATO, sus ojos se iluminan cual gacela que ve su vida pasar ante sus ojos antes de ser consumido por el guepardo y me pregunta casi con asco “¿Eres de derecha?” En ese momento, su buen Nicolás sabe que deberá dejar ir a su presa y con un nudo en la garganta le respondo “Si ¿Es algún impedimento?”. El chico se levanta y como si estuviese viendo una especie de fenómeno me dice “¿Como puedes ser de derecha? ¿No que eras gay?” De ahí, la historia sigue el rumbo que todos pueden esperar. Ese chico, que hasta hace 10 minutos estaba dispuesto a comérmela se hecha para atrás y me corre de su casa. Yo, desamparado y solito como perro callejero no tengo nada mas que hacer que volver a casa con el rabo entre las piernas mientras veo como el chico irresistible que casi hago mío sube una historia a su instagram mofándose de la situación que acababa de ocurrir y posteriormente bloqueándome.

Y ahora se preguntarán ¿Qué me viene este a contar la historia de la vez que no pudo follar? Pues yo les respondo.

Es asombroso como un discurso bien contando puede calar tan hondo en el cerebro de la gente; como cosas que en situaciones normales no te sorprenderían y hasta encontrarías normales, de pronto se transforman en abominaciones, cosas inauditas salidas de la mente mas retorcida y loca. Es increíble como la izquierda ha monopolizado la lucha de la comunidad, transformándola en algo cercano a una mafia o una secta, un sitio que se supone que es de aceptación y tolerancia se transforma en una comunidad elitista y totalitaria en la que estás con ellos o en su contra; en un espacio donde no hay debates posibles y donde sino estás al 100% de acuerdo con ellos, eres un peligro.

Muchas son las experiencias que me han contado, desde chicas lesbianas que han sido sacadas a patadas de las manifestaciones por cuestionar el lesbianismo político, pasando por personas trans que al pegar el grito al cielo por la banalización de su condición se han visto rodeadas(os) por comentarios transfobos dignos del amante religioso mas conservador del planeta; y acabando por comentarios muy fuera de lugar a personas bisexuales (“Estás confundido”, “Eres un bisexual porque aún no estás deconstruida”, “La bisexualidad no tiene cabida aquí”).

El cuestionamiento y la disidencia se pagan de forma muy cara. La izquierda mas recalcitrante se ha apoderado de la lucha y ahora abanderan movimientos que antes detestaban, de los cuales se burlaban y humillaban.

La izquierda se ha apoderado de nosotros, nos ven como bichos raros, traidores a una comunidad que nos dio la espalda al disentir lo mas mínimo de ella; una comunidad que nos trata como animales, que nos desean los peores males del mundo ¡Pero está bien! El enemigo es la derecha, y podemos deshumanizarlos ¿Qué importa que eso vaya en contra de todo lo que promulgamos? ¿Quién necesita la lógica? Pues en momentos como estos, NOSOTROS debemos poner lógica y plantarnos cara a ellos.

¿Pero cómo lo hacemos?

Bueno que les parece si en primer lugar ¿Dejamos de ser tan cobardes? Si, lo admito, soy un cobarde. Me he callado ante injusticias toda mi vida, incluso en mi época en la que era de izquierdas veía cosas que no tenían sentido, cosas con las que estaba en desacuerdo. Pero me callaba, me callaba por miedo, porque soy un cobarde. Pero ya me cansé de serlo. Estoy harto de callarme ante injusticias. Estoy cansado de ver como nos pisotean. Estoy cansado de aceptar todo con una sonrisa falsa. Estoy cansado de ser tan bueno con los que me desean lo peor. Estoy cansado de la sumisión y del miedo que le tenemos muchos a la izquierda. Estoy cansado, y voy a luchar. Y todos deberían estar cansados, sean gays, lesbianas, trans, bisexuales, asexuales, etc. Enójense, y peleen contra una izquierda que los ve como marketing, peleen contra una izquierda que se saca la bandera arcoíris un mes al año y que el resto del tiempo se la guarda en donde no le entra el sol, peleen contra la izquierda que se apoderó y pervirtió en las luchas que antes detestaban. Y lo mas importante, peleen por su libertad, que es lo mas importante que tenemos, y que la izquierda nos quiere arrebatar.

Esto fue todo, soy nuevo en esto de la escritura, espero que me dejen sus comentarios y sugerencias para la escritura de los siguientes blogs.

Muchas gracias por su atención, yo fui N_de_Funado. Viva España, viva Chile, y nunca den su brazo a torcer ante los neoreligiosos.

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