El Tribunal Supremo respalda a la UCO y condena al exfiscal general por filtración
El Tribunal Supremo (TS) da por probado que la filtración a la SER partió de Álvaro García Ortiz o de su entorno con su conocimiento. La sentencia de 233 páginas hace suyos los argumentos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Los peritos de la UCO declararon que solo el entonces fiscal general tenía el dominio de toda la acción.
La tesis de la UCO se impone en la Sala Segunda
La resolución judicial acepta casi punto por punto lo expuesto por los peritos de la UCO. Antonio Balas Dávila, teniente coronel al frente del Departamento de Delincuencia Económica, declaró que «todo lo que se ha filtrado estaba en poder de la Fiscalía General del Estado». El fallo considera que la filtración del correo y la posterior nota de prensa son una «unidad de acción».
Un cuadro probatorio considerado sólido y coherente
El TS destaca la convergencia de indicios como el acceso singular a la documentación, la secuencia temporal de comunicaciones y el borrado posterior de registros. La sentencia zanja que el relato es «concluyente» y no existe una explicación alternativa razonable. Afirma que la filtración se fraguó en la Fiscalía General del Estado.
Antecedentes de la investigación judicial
El caso se originó por la filtración a la SER de un correo en el que el abogado Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, reconocía un delito fiscal. La UCO investigó el origen de esa filtración, apuntando desde el primer momento a la Fiscalía General del Estado.
Cierre e implicaciones de la sentencia
La sentencia constituye un espaldarazo judicial a la UCO, unidad que investiga asuntos delicados para el PSOE y el Gobierno. El fallo certifica la responsabilidad del exfiscal general Álvaro García Ortiz en la filtración, dando por válido el trabajo probatorio de la Guardia Civil.


