El independentismo evitó conmemorar el décimo aniversario de las elecciones del 27-S
El 47% de los votos en el supuesto plebiscito. Hace diez años, las elecciones autonómicas catalanas aceleraron el proceso independentista.
La unión para el plebiscito
El 27 de septiembre de 2015, Convergència y Esquerra Republicana se presentaron juntos en la coalición Junts pel Sí. El entonces presidente Artur Mas planteó los comicios como un plebiscito sobre la independencia, tras la consulta soberanista de 2014.
Contexto de Convergència
Convergència, asediada por casos de corrupción como el de Jordi Pujol y los recortes sociales, dio el giro al independentismo en 2015. La coalición CiU se rompió y desapareció.
Resultados y consecuencias inmediatas
Junts pel Sí obtuvo 62 escaños pero el independentismo se quedó en el 47% de los votos. Artur Mas no reconoció la derrota en el plebiscito. La coalición tuvo que pactar con la CUP, que acabó tumbando la investidura de Mas.
El ascenso de Puigdemont
La CUP forzó la elección de Carles Puigdemont, entonces alcalde de Girona, quien fue investido presidente en enero de 2016 con los votos de Junts pel Sí y la CUP.
La aceleración del procés
Carles Puigdemont aceleró el procés y lideró la celebración del referéndum del 1-O de 2017 y la declaración unilateral de independencia del 27-O. El expresidente lleva huido de la justicia española desde octubre de 2017.
Antecedentes: El lanzamiento al precipicio
Las elecciones del 27-S fueron el despegue definitivo del procés, un momento en el que el independentismo perdió los frenos. Diez años después, el nacionalismo evitó conmemorar esa fecha.
Cierre: Implicaciones de una década
El periodo iniciado en 2015 culminó con la colisión de 2017. Los eventos desencadenados a partir del 27-S marcaron la política catalana y española de la última década.


